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¿Piedra, papel o tijera? Los avatares de la constitución de
la identidad del campo profesional en Educación Física

   
Instituto de Educación Física de General Pico, La Pampa.
(Argentina)
 
 
Prof. Rodolfo Rozengardt
rozencar@ciudad.com.ar
 

 

 

 

 

     En el ambiente de los profesores y profesoras de Educación Física parece abrirse un período de cambios importantes. Movimientos para armar colegiaciones, leyes locales de regulación de la profesión, implementación de la Ley de Educación Nacional y las nuevas que van redactándose en las provincias, nuevos contenidos escolares, próximos cambios en las propuestas curriculares de los institutos formadores, intentos de impulso al campo académico, configuran un panorama rico en matices, riesgos y posibilidades. Está en juego la definición de la Educación Física y su proyección social para las próximas generaciones. Se hace necesaria la discusión al interior del campo y, a la vez, el trazado de políticas desde las autoridades educativas, elemento ausente en los últimos años. Se propone una analogía con el popular juego "piedra, papel o tijera" para abordar esta complejidad.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 117 - Febrero de 2008

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Introducción

Piedra, papel o tijera es un juego infantil conocido también como chinchampú, cachipún o jankenpon. Se originó en Japón. Es un juego de manos en el cual existen tres elementos. La piedra que vence a las tijeras rompiéndolas; las tijeras que vencen al papel cortándolo; y el papel que vence a la piedra envolviéndola. Esto representa un ciclo, que le da su esencia al juego. Este juego es muy utilizado para decidir quién de dos personas hará algo, tal y como a veces se hace usando una moneda, o para dirimir algún asunto1.


La Educación Física

    Decía en una nota anterior:

    Aún dentro de una misma perspectiva teórica, la Educación Física puede considerarse:

  • como una actividad que realizan personas diversas (en diferentes contextos),

  • una ocupación o trabajo de un conjunto de agentes,

  • una disciplina curricular (fundamentalmente escolar),

  • un conjunto de prácticas (al interior de instituciones particulares).

    El rasgo que mantiene su unidad es que, en todos los casos, contiene las manifestaciones culturales de la actividad motriz: los movimientos (juegos, ejercicios, deportes y otros), los objetos y construcciones relacionadas, los conocimientos que se producen y/o se aplican y los actores que participan como mediadores en los procesos de distribución, reproducción, consumo, utilización, aprendizaje y enseñanza de esas manifestaciones. Estos actores se posicionan a partir de un conjunto de representaciones2. Son ellos, los "habitantes del campo de la Educación Física".

    Sintéticamente, la Educación Física como actividad incluye el amplio conjunto de actividades corporales y motrices implementadas en diferentes ámbitos institucionales: educación, deporte, salud, ocio y tiempo libre y otras que se amplían según la dinámica social, las demandas del mercado o del Estado. Todos los sujetos, niños, adolescentes, adultos forman parte del público que participa en las actividades, ya que la Educación Física está preparada para realizar propuestas ajustadas para todos los públicos y condiciones, siempre que se respeten pautas científicas y sociales y se atiendan sus auténticas necesidades.

    Considerando la Educación Física como ocupación pueden distinguirse las posibilidades de trabajo que se generan en esas instituciones, las condiciones en que ese trabajo puede desenvolverse (características del empleo, seguridad, remuneración, ambientes), las tecnologías empleadas, las instituciones formadoras, los conocimientos, las producciones bibliográficas, el capital cultural disponible y el conjunto de actores. La sociedad de consumo impone un ritmo creciente de modificaciones en la actividad y en la ocupación de los profesores de Educación Física, al punto de poner en cuestión la identidad, la denominación, la formación y la acreditación profesional para su ejercicio.

    En la escuela, como institución social dedicada a la formación de las nuevas generaciones, se estableció la Educación Física como una disciplina escolar o área de contenidos educativos, a la par de las otras asignaturas escolares. Lo que allí se enseña, es consecuencia de decisiones políticas, epistemológicas, científicas y pedagógicas de un conjunto variado de actores distribuidos en una escala que va desde la conducción del sistema educativo hasta los docentes que seleccionan cotidianamente aquello que enseñarán en sus clases. En esas decisiones influyen diversas fuentes y tradiciones3.

    Los "habitantes del campo de la Educación Física" conforman un campo ocupacional en tanto sus actores actúan como agentes dinamizadores de las actividades corporales y las eligen como medio de vida. También podrían estos conformar un campo académico si se asumen como productores del conocimiento que orienta los cambios en esas ocupaciones y de un colectivo gremial si se sienten integrados a la vida sindical de los docentes y otros trabajadores en las instituciones en que actúan.

    En tanto práctica, la Educación Física se expresa de modos particulares, produciendo efectos y configurando representaciones en los demás, más allá de lo que se dice acerca de ella. Es una práctica pedagógica que desarrolla su objeto en el marco de las prácticas corporales y motrices propias de la cultura local, regional y universal. Es un campo del saber y del hacer y se pretende en él, el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan a los niños, jóvenes y adultos, desenvolverse críticamente en la sociedad actual y futura, a partir de su realidad corporal. Todo esto debería provocar que sea vivida como un área de actividad y de conocimientos, anclados en los aprendizajes más primarios de la vida individual y en una existencia saludable.


La identidad

    A partir de esta complejidad y del vertiginoso ritmo de los cambios sociales, económicos, políticos y científicos, vale la pregunta por la identidad profesional. ¿Qué somos, como colectivo de personas que nos dedicamos a una tarea que llamamos Educación Física? En el origen, cien años atrás, fuimos conformados como una corporación de funcionarios de un Estado disciplinador y homogenizador, con un mandato casi mesiánico en torno a la salud y la moral pública. Hemos transitado un lento camino que nos ha llevado a sentirnos trabajadores de la educación que pueden incidir también en la formación de sujetos críticos en la escuela. Luego también, al ingresar en las dinámicas de un mercado de actividades físicas, en el deporte de rendimiento, en gimnasios y una variada gama de propuestas, comenzamos a formar parte de un grupo de "vendedores de salud". Desde la década del 80, numerosos proyectos de políticas sociales incluyen las actividades corporales y en ellas a los profesores de Educación Física. Finalmente, la rápida renovación de los conocimientos, permite también identificarnos con un campo del saber que puede investigarse a sí mismo y revisar sus funciones reales y simbólicas.

    La identidad de cada uno de los actores del campo está ligada indisolublemente con las tradiciones y también con las acciones colectivas, las diversas señales sociales y políticas, las leyes, la demanda social y económica, los cambios que se viven en las instituciones de formación y las respuestas del público.

    Es común la prevalencia de tradiciones que organizan una idea de pertenencia a partir de ritos iniciáticos4 y razones afectivas antes que el desarrollo de un saber que da sustento a un hacer ("los que llevamos la I en el corazón")5. Unidos por el pasado (haber completado una formación a partir de una selección dura de aptitudes antes que haber transitado un camino de estudio y aprendizaje); o por compartir enemigos (los que nos quieren quitar ámbitos de trabajo o "nos roban las palabras" o nos cuestionan en la legitimidad de nuestras tradiciones6); o por el intento de logros políticos sectoriales.

    ¿No sería más promisorio y democrático que nos unan e identifiquen otras cosas, como la elaboración de proyectos serios para el futuro, los problemas de la gente, el gusto por promover de verdad salud y alegría, y las experiencias laborales enriquecedoras, las que se orientan a los sujetos y sus necesidades?


¿Piedra, papel o tijera?

    A modo de analogía, voy a utilizar este popular juego por el que se toman decisiones, para caracterizar los posibles movimientos de la identidad en la Educación Física. En el juego, los jugadores cuentan juntos "1... 2... 3... ¡Piedra, papel o tijera!" / "¡Jan kenpon!" / "¡Ca chi pun!" y justo al acabar muestran todos al mismo tiempo una de sus manos, de modo que puede verse el arma que cada uno ha elegido: el objetivo es vencer al oponente seleccionando el arma que gana a la que ha elegido él, siguiendo estas reglas:

  1. La piedra aplasta o rompe las tijeras (gana la piedra)

  2. Las tijeras cortan el papel (ganan las tijeras)

  3. El papel envuelve la piedra (gana el papel)

    Si los jugadores eligen la misma arma es un empate y se juega otra vez.

    Típicamente, cada una de estas pequeñas partidas se repite hasta que uno de los jugadores gana dos veces de tres o tres de cinco, siendo entonces el vencedor del juego.

    Como un juego personal, sin pretensiones de establecer verdades, voy a intentar caracterizar cada uno de estos elementos del juego como una posibilidad de desarrollo de la identidad profesional en nuestro campo y a la vez como un arma que se utiliza para imponerse. Las acciones individuales se conforman junto con las colectivas. En uno u otro caso, las decisiones no son neutrales e inciden en la historia de la Educación Física. Y aunque no parezca, se trata de pequeñas contiendas, en las que se definen asuntos relevantes, como en el juego. ¿Piedra, papel o tijera?; ¿qué elije cada uno?

PIEDRA: perfil ligado a la sensibilidad gremial o sindical. Pertenencia a la conciencia colectiva que comprende al Profesor de Educación Física como un trabajador de la educación y lo ubica claramente en un rol (social) compartido con otros docentes. Se sabe un educador, perteneciente al ámbito socioeducativo y la mirada sobre el alumno intenta ser compartida con los otros docentes. Se ubica centralmente dentro de la escuela, allí radica su tarea más importante. Comúnmente tiene conciencia gremial y suele participar en los sindicatos docentes. Se acompaña con un fuerte posicionamiento sobre la importancia de la educación como instrumento y obligación indelegable del Estado. No lo conmueven las alternativas que ofrece el mercado en cuanto a la renovación de propuestas para la Educación Física. En general, destaca el protagonismo del alumno y sus necesidades, aún siendo reacio a introducir cambios en las propuestas didácticas. En lo específico, con una identidad basada en un hacer particular y menos en la pertenencia a un campo del saber
Problemas: puede diluirse la identidad, puede licuarse el contenido específico ligado a la formación motriz, a la preocupación por aspectos de la salud y el aprendizaje de las actividades corporales en un marco general de tarea educativa. Suele subestimar la investigación y el papel de la teoría en la formación y la práctica educativa, desconfiando de "los teóricos".

PAPEL: profesores de Educación Física ligados al mundo universitario, de la formación de formadores o de instituciones científicas. Dan importancia a la investigación, a la escritura y a la conformación de colectivos que revisen las prácticas. Atentos a los cambios en las corrientes pedagógicas. Son curiosos, gustosos de la lectura y el debate; muchas veces intentan un pensamiento crítico.
Problemas: suelen subestimar el saber de los docentes "del patio". Se desligan de las problemáticas gremiales y anteponen ciertas utopías didácticas frente a las dificultades cotidianas del trabajo en la escuela. Muchos sólo utilizan el prisma de las ciencias sociales. También está la expresión de este sector en los ámbitos ligados al rendimiento deportivo, generalmente asociados con la investigación y el desarrollo de tecnología para el talento deportivo, con una autoridad adjudicada a las ciencias biológicas.

TIJERA: el conjunto de profesores que pudiendo desarrollarse en cualquiera de los ámbitos laborales, se ubica en ellos como un profesional "diferente", con necesidades distintas a los otros con los que comparte la tarea. Aún en la escuela, en múltiples ocasiones acentúa las diferencias antes que lo que lo une al resto del personal. Se preocupa por destacar la importancia y los beneficios exclusivos y excluyentes de la práctica sistemática del ejercicio físico. Los objetivos están regidos por "mejorar la Educación Física". Gran influencia del mercado como organizador de la lógica laboral. Generalmente, una identidad construida sobre la base de "la pertenencia", la socialización en el rol antes que en el desarrollo de un campo del saber. Ligados al hacer y al sentirse parte de un "cuerpo". Permite y promueve la apertura de la Educación Física hacia otros campos laborales y en ocasiones consigue logros corporativos que benefician a los profesores. El contenido y los métodos, suelen estar asociados al modelo deportivo, incluyendo la preocupación por la participación en eventos competitivos interescolares.
Problemas: la diferenciación discrimina y establece un estilo de luchas permanentes por la obtención de beneficios sectoriales, pensando antes en los profesores que en los alumnos, o en los productos a largo plazo (producción de campeones o futuros deportistas). Puede provocar el enfrentamiento con otros colectivos como parte de una identificación "nosotros-ellos" (en la que "ellos" son comúnmente vividos como una amenaza). Suelen cristalizar en agrupaciones burocráticas que consolidan espacios de poder conservador, represivo y de pequeñas camarillas, muchas veces asociadas o dependientes del poder político local. Buscan construir "zonas liberadas" (de poder propio).


¿Cómo es el juego?

    ¿Cómo y con qué elementos relevantes de todos los descriptos se identifica el conjunto de los profesores, o lo hará de aquí en más?; ¿cómo se puede dar señales desde las políticas públicas, desde el mercado, desde la vida de las instituciones, para ayudar u orientar en direcciones deseables la reelaboración o actualización de la identidad? Una postura liberal pretendería dejar librado a lo espontáneo y que estas cuestiones se resuelvan solas, en la dinámica social. Una propuesta más activa requiere formular las preguntas y tratar de actuar para incidir.

    En el juego de "Piedra, papel o tijera", los jugadores eligen un arma y lo utilizan en contra de sus contendientes. La intención es prevalecer sobre los otros jugadores y ser protagonista en la toma de decisiones. El juego es el escenario organizador de la contienda. Los jugadores pueden ganar o perder, repitiendo una misma elección o cambiándola.

    La Educación Física es también un escenario de contiendas por cuanto forma parte de una dinámica social en transformación en la que cada actor se posiciona. Y ello determina una dimensión política en las acciones que cada uno realiza, aún sin intenciones personales explícitas. Es política en tanto incide en los hechos públicos, determina la historia de nuestro campo y tiene consecuencias para la gente. Se decide para dónde va la Educación Física. ¿Qué elige cada actor para jugar al juego?; ¿piedra, papel o tijera? Nuestro destino depende del resultado de la contienda y este, de las elecciones que cada uno esté dispuesto a tomar.

    Pero las decisiones no se toman en actos libres de la voluntad. Una serie de condiciones intervienen. Consideraré brevemente la intervención de algunas "agencias" influyentes a la hora de orientar los cambios en la Educación Física, como un modo más de establecer cambios en la vida del pueblo. Se trata de los organismos políticos (y los instrumentos de políticas públicas), los gremios, diversas agrupaciones, las instituciones formadoras, el universo académico.


Las agencias

    La nueva Ley de Educación no ha colaborado para avanzar en la reubicación de la Educación Física como disciplina curricular en una situación mejor, ya que vuelve a presentar los sentidos tradicionales, herederos de la Ley 1420 y de la Ley Federal, que reservan al área un lugar funcional, más cercano al disciplinamiento y la obediencia que a la voluntad de enseñar contenidos que promuevan ciudadanos críticos7. En cambio, el proceso de discusión, generó un conjunto de posicionamientos y de conciencia colectiva con movilizaciones y demandas que logró revertir hasta cierto punto esa situación, particularmente en algunas provincias8.

    Hoy se habla de refundar la Dirección de Educación Física, se polemiza en torno de la existencia o no de direcciones provinciales o estructuras de gobierno del área a nivel local. Más allá de la tentación burocratizante que podría concretarse en la reedición de viejas estructuras, lo cierto es que cuando hay gobierno efectivo, con políticas que proponen proyectos, generan debate y movilizan hacia adelante la voluntad de los profesores y las profesoras (como el caso de la Provincia de Chubut, a través de su Dirección General de Educación Física), se le da un sentido político innovador a la tarea y a la identidad de sus protagonistas, creando de ese modo las condiciones para mejorar la relación de los docentes con la institución escolar y con la revisión y producción del conocimiento. Las escuelas y sus alumnos necesitan mejores condiciones para que se desarrollen las clases de Educación Física, ante todo, por ser la escuela, el único espacio del que disponen para realizar una actividad física regular y educativa una conjunto cada vez más amplio de niños y adolescentes, que tienen restringido el acceso a otras instituciones y posibilidades9.

    Del mismo modo, la intervención política sobre la oferta y demanda de actividades físicas requiere leyes que protejan a la población y obliguen a la formación y capacitación continua de los profesionales que participan. Desde la perspectiva gremial, será necesario avanzar en el protagonismo de los profesores y profesoras del área en coordinación con el resto de los docentes, afianzando estilos democráticos de gestión en las escuelas y en el sistema educativo, todo esto sin perder la dimensión pedagógica de la tarea, sin dejar de lado la necesidad de capacitar a los profesores a partir de revisar sus prácticas, sin subestimar la importancia de la investigación y de la producción de relatos que pongan en cuestión los modos de trabajar con los niños, las niñas, los jóvenes y adultos del sistema.

    Las instituciones formadoras no pueden dejar de revisar su aporte a la modificación y crecimiento del colectivo de la Educación Física. Hay mucho que hacer en la actualización de los conocimientos y en la formación de docentes protagonistas en la elaboración y revisión del saber. Promover la producción de relatos propios a partir de y en relación con la práctica antes que la reproducción de relatos que vienen de fuera del campo. Es decir, proponer una formación actualizada que afiance el campo académico sin perder de vista la realidad de trabajo de los profesores y profesoras tanto en el sistema educativo como en el área de lo social y en las ofertas de actividades físicas privadas. Se trata de la constitución de nuevos sujetos, con otra perspectiva de su trabajo. Para ello, se hace necesario fundar una nueva etapa de colaboración entre los institutos y las universidades.

    Desde la vida profesional, seguramente habrá nuevas tentaciones para el desarrollo de colegiaciones y otras entidades sectoriales. Todas estas agrupaciones nacen con un grave peligro, el de la lógica corporativa y la fragmentación del mercado de trabajo, estimulando el enfrentamiento de pobres contra pobres o el acrecentamiento artificial del sentimiento persecutorio. Seguramente es necesario, como profesión, hacernos cargo del control de nuestra propia tarea allí donde el Estado no la regula, pero siempre poniendo por delante la protección de la gente y el apoyo a los colegas que intentan trabajar honestamente10. Las políticas sociales, los clubes, los gimnasios requieren del asesoramiento y el acercamiento de los profesores para custodiar la calidad de lo que se ofrece a la gente. Ese y la permanente capacitación son los sentidos principales de la existencia de agrupaciones profesionales en la Educación Física.

    Hoy los profesores estamos transitando un momento que puede ser auspicioso. En la década del 90, la aplanadora neoliberal (y la Ley Federal) nos encontró desarticulados y con escasa capacidad de pensarnos como un colectivo capaz de producir ideas, de vernos a nosotros mismos en nuestro rol histórico y a revisar críticamente a la Educación Física en el entramado social del cual forma parte. Hoy, nos mantenemos desarticulados pero empezamos a asumirnos como un campo profesional y académico capaz de emitir opiniones y ligado a su vez a la vida sindical para encontrar diferentes vías de expresión, entendiendo que defender nuestro trabajo no es únicamente la defensa corporativa del puesto de trabajo sino que somos custodios de un área del saber y del hacer educativo y social que nos trasciende a cada uno de nosotros.

    En el juego, la contienda es circular, imponiéndose alternativamente un contendiente sobre el otro. En la realidad del campo, las armas elegidas van más allá de un juego, inciden sobre la salud, la posibilidad de la alegría y la cultura de nuestro pueblo.

    "Si lo real es móvil, que nuestro pensamiento sea también móvil y que sea el pensamiento de ese movimiento. Si lo real es contradictorio, que nuestro pensamiento sea pensamiento consciente de la contradicción"11.


Notas

  1. Fuente: www.wikipedia.org

  2. Rodolfo Rozengardt; "Acerca de los contenidos de la Educación Física escolar"; www.efdeportes.com Nº 100, 2006

  3. Para ampliar la perspectiva histórica en la comprensión de las influencias sobre los profesores, puede consultarse, entre otros, el video de Ángela Aisenstein y Tulio Guterman "¿Qué es la Educación Física?, una mirada desde la historia") y los documentos preparatorios de la Asamblea Nacional de discusión de la Ley de Educación, 2006.

  4. Constituidos, por ejemplo en torno a los bautismos tradicionales en los institutos: quien transitó por esa experiencia, "pertenece", "es de los nuestros".

  5. A fines de los 90, hubo un intenso debate en torno a la denominación de la asignatura y a la redacción de los CBC. Desde los lugares más tradicionales se habló de la "traición" de aquellos que proponían cambios, contra "la orgullosa palabra que llevamos en nuestro corazón", reclamando la publicación de quienes habían participado, para generar un público escarmiento. Hay registros de estos intercambios en la lista de Educación Física del Ministerio de Educación en Argentina, lista ya desactivada

  6. En ese período, un listero decía "Nuestra profesión siempre fue y sigue invadida por personajes que eligieron mal o comienzan a descubrir nuestra inmensa riqueza de posibilidades profesionales y ha terminado usufructuando lo que por derecho nos corresponde" (13/4/99).

  7. Para su análisis, remito al documento preparatorio de la Asamblea Nacional realizada en agosto de 2006 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y el documento de 12 puntos emergente de esa reunión.

  8. En la redacción definitiva de la Ley, se produjeron algunos cambios importantes y en la Provincia de Buenos Aires, la Educación Física logró un estatuto inédito al ser considerado como una Modalidad del Sistema, a partir de una importante movilización de los profesores y las profesoras.

  9. "Las escuelas de barrios populares deben considerar instalaciones y sistemas de uso comunitario que permita a los niños y jóvenes disfrutar de ellas en el horario escolar y fuera de él. La construcción de nuevas escuelas o espacios en las actuales no puede sacrificar los patios o espacios múltiples para la construcción de aulas cerradas. Es necesario revertir las tendencias al sedentarismo que propugnan los criterios actuales de arquitectura escolar." Del Documento de discusión de la Ley, 2006.

  10. En varias provincias tenemos tristes experiencias de organismos de colegiación que se dedican a la persecución de los colegas antes que a ayudar al Estado a regular la profesión en sus áreas de trabajo liberal; al control de los discursos emergentes ante el temor que los necesarios cambios producen y a hacer acuerdos oscuros que favorecen a las cúpulas.

  11. H. Lefebvre: "Lógica Formal, Lógica Dialéctica"

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revista digital · Año 12 · N° 117 | Buenos Aires, Febrero 2008  
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