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Zinc y rendimiento deportivo

   
Licenciado en CC de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad
de Granada. Entrenador de Musculación y Fisicoculturismo. Curso de
Adaptación Pedagógica (CAP) por la Universidad de Granada.
 
 
Alberto Pérez Cantero
apc_enelcortijo@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
     El Zinc es un mineral que cumple un papel importante dentro de lo que sería la obtención del máximo rendimiento deportivo, que se puede convertir en determinante en ciertas condiciones específicas, que analizaremos más adelante con los resultados de los artículos revisados.
     Lo primero que vamos ha hacer es estudiar el elemento mineral en cuestión, recomendaciones, su absorción, distribución, funciones... Tras esto analizaremos su papel desde diferentes perspectivas sobre el rendimiento deportivo (relacionadas con el sistema inmune, su influencia sobre determinadas enzimas metabólicas, su función antioxidante, sus valores dentro de los parámetros sanguíneos en deportistas...) y por último trataremos de sacar una serie de conclusiones claras sobre el papel del Zinc en el rendimiento deportivo y en que casos van a ser más necesarias las suplementaciones específicas.
    Palabras clave: Zinc. Rendimiento deportivo. Absorción. Recomendaciones.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 113 - Octubre de 2007

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Introducción

Zinc

    El Zinc es un elemento esencial ampliamente distribuido por todas las células y tejidos del organismo humano. Esta relacionado con la actividad de numerosas enzimas en todas las áreas metabólicas, interviniendo en múltiples procesos fisiológicos. También está implicado en el metabolismo energético, en el de los hidratos de carbono, en las reacciones de biosíntesis y degradación de las proteínas, en los procesos de biosíntesis de los ácidos nucleicos y de compuestos de tipo hemo, en el transporte del dióxido de carbono (anhidrasa carbónica) y en otras muchas reacciones. Es importante en la constitución del tejido óseo, en la inmunidad mediada por células, en le crecimiento tisular, en la actividad muscular y en la síntesis de DNA y RNA. Como vemos muchos de estos aspectos fisiológicos son importantes dentro de la fisiología de ejercicio y su correcto funcionamiento es lo que va a permitir al organismo rendir con todo su potencial.


Absorción

    Este Zinc ingerido con la dieta llega al estómago donde adquiere mayor solubilidad por la acidez de las secreciones gástricas. Con estas condiciones excepcionales para su captación esta se produce preferentemente y de forma más rápida en el duodeno y yeyuno proximal. Se absorbe hasta un 20 - 30% de lo ingerido. Pero esta absorción se ve afectada por diversos aspectos:

  • Factores endógenos: este proviene del vertido pancreático y biliar, y probablemente también de un flujo celular que se produce desde la serosa hasta la mucosa intestinal, tiene gran importancia en su propia regulación homeostática.

  • Factores dietéticos: la absorción de numerosos metales, el zinc incluido, aumenta en periodos de restricción alimentaria. Ocurre lo mismo cuando la dieta es alta en proteínas y desciende su absorción cuando la dieta es baja en proteínas (esto sucede porque el zinc se absorbe mejor cuando forma quelatos con ciertos aminoácido, como la Zn-met y la Zn-Cys, y péptidos). En cambio disminuye cuando en la dieta se incluyen contenidos en fibra. También su absorción se ve afectada por ciertas vitaminas.

  • Interacción con otros minerales: hay que tener en cuenta la proporción mineral en la dieta. Concentraciones altas de cobre inhiben la absorción de Zinc, y también cuando el hierro aumenta en la dieta disminuye la biodisponibilidad de zinc. En cambio el calcio muestra un comportamiento variable.

  • La absorción del zinc también se ve afectada por el estatus de ciertas hormonas, como por ejemplo los glucocorticoides, que estimulan el intercambio y la acumulación de Zinc a nivel hepático, disminuyendo la concentración de Zinc a nivel sérico.


Transporte

    Tras su absorción, ya en sangre, la parte presente en el plasma es sólo de un 10 -20% del total sanguíneo, alcanzando una concentración de 112 (+/- 12) µg/100ml. El resto del Zinc de localiza dentro de los glóbulos rojos y parte se incorpora a los leucocitos. El Zinc plasmático circula unido mayoritariamente a proteínas (97%) y a aminoácidos (2%), no apareciendo prácticamente en forma libre (1%). Se distribuye en dos pooles en función del ligando plasmático al que se incorpora.

  1. El complejo Zn - albúmina (66%) constituye el pool débilmente unido y se caracteriza por la capacidad de la proteína de ceder el Zinc ligado (intercambiable). La cantidad de este complejo varía en función de la concentración de Zinc en suero. Es la encargada del transporte del zinc absorbido a nivel intestinal.

  2. Zn unido a ɑ2 - macroglobulina (34%). Dicha proteína une también al calcio, magnesio y cadmio. Este pool contiene casi todo el Zinc plasmático restante (no intercambiable), manteniéndose dentro de unos márgenes muy estrechos sin guardar relación con los niveles plasmáticos. Su función no está clara, pero se cree que puede jugar ciento papel en el transporte de Zn a distintos tejidos, ya que los complejos ɑ2 - macroglobulina son endocitados tras haber sido fijados a receptores específicos.

    Una vez que el Zinc es absorbido llega al hígado, donde es captado por el hepatocito y queda almacenado en forma de metalotioneína de Zinc. En el metabolismo del Zinc, el hígado es el órgano más importante y retiene la mayor parte del elemento administrado oral o parenteralmente.


Distribución - transporte

    El contenido de Zinc en el cuerpo humano adulto oscila entre los 1,4 y los 2,5 gramos. Hígado, páncreas, riñón, hueso, próstata, piel y músculo son los órganos más ricos en Zinc, y las tasas máximas de recambio, retención y eliminación de Zinc corresponden a páncreas, hígado, riñón y bazo. El tejido muscular por su gran masa contiene cerca del 65% del Zinc corporal (importancia de este mineral en el rendimiento deportivo). La distribución tisular de Zinc, al igual que su mantenimiento de sus tasas séricas, depende de factores nutricionales, sobre todo de las concentraciones dietéticas de los minerales.

    El Zinc se excreta principalmente por las heces, aunque la orina, el sudor y la descamación de la piel, en condiciones normales, constituyen las vías excretoras, pero de menor importancia. El contenido de Zinc en la orina se estima en 0,5 - 0,7 mg/día sin apreciarse cambios con la carga dietética.

    En situaciones de alto catabolismo muscular como puede ser el ejercicio físico intenso y mantenido (competición profesional) los aminoácidos plasmáticos aumentan haciéndolo también su filtración renal, por lo que aumenta la presencia de zinc en la orina (se superan los 0,7mg/día). En esta situación las perdidas de Zinc por la transpiración son pequeñas en condiciones normales: 0,3 - 0,5 mg/día. En este caso ya se elimina una cantidad mayor de lo que se hace al no realizar ejercicio físico. Esto nos da a entender que en caso de una práctica deportiva de estas características hay una necesidad mayor de Zinc.


Funciones

    El Zinc tiene efecto sobre el metabolismo y la fisiología de los tejidos epiteliales y conectivos, fundamentados en la necesidad del mismo para la normal biosíntesis de proteínas en general, y de colágeno en particular (influencia por ejemplo en la regeneración y recuperación de pequeñas lesiones estructurales de la musculatura del deportista). Interviene también en el mantenimiento del equilibrio ácido - base de los líquidos corporales por su participación en la anhidrasa carbónica, que contiene en su estructura iones de Zinc (este aspecto puede tener influencia en la recuperación del deportista tras el esfuerzo). Se podría concretar también una función antioxidante para combatir así al ejercicio físico. Una de las fuentes de este estrés oxidativo. Además el Zinc juega un papel importante en la actividad muscular. Tiene importancia en la capacidad de esfuerzo del músculo, siendo trascendental en ejercicios de resistencia y en la fatiga. Además, su influencia sobre la actividad de la lactato deshidrogenasa (LDH) modifica la acumulación de ácido láctico.


Recomendaciones ingresos de zinc

    El Zinc es un oligoelemento esencial para el crecimiento desarrollo y funcionamiento del organismo (por esto es importante en el desarrollo óptimo del pequeño atleta para que alcance sus máximos rendimiento en su madurez deportiva) y basándonos en numerosos estudios sobre el balance de Zinc dietético en el hombre, la dosis diaria recomendada para conseguir un equilibrio se ha fijado en 15mg/día. Estas necesidades nutricionales de Zinc están determinadas por el tamaño corporal y por la velocidad de crecimiento del individuo, siendo mayores en lactantes, adolescentes, embarazadas y deportistas.

    Las fuentes más importantes de Zinc son las carnes rojas, los pescados, los cereales integrales y las legumbres, siendo mayores su biodisponibilidad a partir de alimentos animales que de vegetales, y es debido a las características de sus proteínas, ya que los fitatos y las fibras vegetales implican menor biodisponibilidad. Otro alimento importante en el suministro de Zinc es la leche, donde su presencia es significante debido a la implicación potencial y real del Zinc en las enfermedades nutricionales de la juventud.


Relaciones del zinc con el rendimiento deportivo

    ¿Afecta la practica de actividad física a los niveles de zinc del organismo del deportista?

    Los niveles recomendados para las personas que llevan una vida normal, con una práctica física ocasional, se alcanzan sin ningún problema con una dieta normal equilibrada. Más problemas vamos a encontrar con atletas que llevan a cabo un entrenamiento de doble sesión, con unos volúmenes e intensidades considerables... Esta actividad provoca una mayor movilización por ejemplo del Zinc muscular para satisfacer las necesidades celulares, que ya dijimos que suponía un 65% del total presente en el organismo. También se producía un aumento de la filtración renal de Zinc, lo que aumentaba levemente las pérdidas por orina, pero este aumento no es significativo según un estudio de Buchmann AL; Keen C; Comiso J; Killip D; Ou CN; Rognerud CL; Dennis K; Dunn JK; 1998, y se sumaban las perdidas por sudoración. Todas estas consecuencias de la práctica deportiva intensa provoca que los atletas tengan unas necesidades mayores de Zinc. Estas perdidas de Zinc se han demostrado por medio de diferentes estudios. En uno de ellos, en los que se sometía a hombres y mujeres a un ejercicio prolongado de 2 horas, las concentraciones de Zinc disminuían significativamente, un 9% y un 8% de las RDA en hombres y mujeres respectivamente (Ruisseau KC; Cheuvront SN; Haymes EM; Sharp RG; 2002). Otro estudio hace referencia a un caso particular en el que se dan deficiencias en Zinc. Se establece que el Zinc junto con las proteínas de la dieta participa en el organismo en catálisis químicas y que es este mineral el que aporta la estructura y estabilidad de las proteínas. Pues bien, en este estudio se hace referencia a que en los hábitos nutricionales de atletas de elite en determinados periodos de entrenamiento y competición incluyen un excesivo incremento de en carbohidratos en detrimento de proteínas y grasas lo cual conlleva al 90% de estos atletas a situaciones subóptimas de ingesta de Zinc por que se produce un descenso en la biodisponibilidad del Zinc (Micheletti A; Rossi S; Rufini S; 2001). Otros dos estudios corroboran estos datos, para corredores de ambos sexos, donde se indica que los niveles de Zinc serían también bajos con ese tipo de dietas (Horvath PJ; Eagen CK; Ryer-Calvin SD; Pendergast DR; 2000), y para triatletas estableciéndose en este caso que sólo se llegan al 66% de la cantidad recomendada (Frentsos JA; Baer JT; 1997). Pero esto no quiere decir que todos los atletas tengan necesidad de suplementación de Zinc, ya que en un estudio que se cita en "Nutrición en salud y enfermedad" para un grupo de atletas que realizan una actividad similar unos presentaban concentraciones de Zinc en reposo adecuadas y otros inadecuadas. Por esto es necesario que se determine primero cuales son los niveles de Zinc en reposo de cada atleta en particular y luego decidir la suplementación o no, ya que a veces variando la dieta sería suficiente. No Obstante se ha demostrado la efectividad de la suplementación reflejados en los valores de los parámetros sanguíneos en atletas (Kilic M; Baltaci AK; Gunay M; 2004). El aumento de los niveles de Zinc en sangre demuestran que lo que se ha suplementado se a absorbido y ha pasado ha circulación. La suplementación además, según otro estudio, provoca una mejora de la deformabilidad de los eritrocitos, disminuye el aumento agudo de la viscosidad de la sangre producto del ejercicio y mejora la tolerancia al mismo. Por ello la determinación de si hay o no deficiencia es potencialmente relevante para la nutrición deportiva (Khaled S; Brun JF; Cassanas G; Bardet L; Orsetti A; 1999).

    Para acabar este apartado sólo falta exponer cuales son los suplementos de Zinc más usados; el gluconato, el sulfato y el acetato.


Influencia sobre el sistema inmune

    El Zinc, en caso de deficiencias en el organismo humano, provoca una serie de alteraciones en el sistema inmune. Estas se pueden resumir en los siguientes puntos:

  • Disminuye la producción y actividad de la hormona del timo.

  • Se da una función deficiente de los linfocitos, células asesinas naturales y neutrófilos.

  • Daña a la citotoxicidad mediada por células dependientes de anticuerpos.

  • Alteraciones de la ortogenia inmunitaria.

  • Producción defectuosa de linfocitos.

    Por esto es tan importante, como dijimos en el punto anterior, determinar en el caso particular de cada atleta si existe deficiencia de Zinc o no. Porque en caso de existir una merma del sistema inmune de estas características las repercusiones sobre el proceso de entrenamiento pueden ser nefastas para el rendimiento del atleta, ya que pueden hacer que se pierdan sesiones de entrenamiento por enfermedad, que el atleta no recupere bien de un entrenamiento a otro, que no se puedan llegar a las cargas establecidas en la planificación...

    Una vez explicada la repercusión que un descenso de la actividad inmune puede tener en el atleta, vamos a ver que dicen los estudios y artículos consultados al respecto. En el primero de los estudios se examinan los cambios que se producen en la concentración de Zinc plasmático y en los marcadores de la función inmune en corredores a los que se les somete a un moderado incremento en el volumen de entrenamiento a lo largo de un periodo de entrenamiento en el que se aumenta el volumen de entrenamiento un 16% en la primeras 4 semanas y en el que se reduce el volumen un 31% en las dos semanas siguientes. Los resultados de este estudio es que no hay variaciones de ambos valores para incrementos moderados del volumen de entrenamiento (Peake JM; Gerrard DF; Griffin JF; 2003). Ante los resultados de este estudio y las conclusiones que he ido sacando con respecto al punto anterior, habría que ver ¿que pasa con atletas en los que se han detectado niveles subóptimos de Zinc y que es lo que ocurre cuando se den cambios intensos en el volumen o intensidad del entrenamiento? (habría que ver que pasa combinando estas variables en otro estudio).

    También he considerado importante incluir los datos de un artículo sobre la importancia de la nutrición sobre el sistema inmunológico de atletas de élite. En el, lo primero que quiero reseñar es que se dice que las tomas adecuadas de hierro, Zinc y Vitamina B son particularmente importantes para que el sistema inmune actúe eficazmente, pero se reseña el peligro de sobre suplementar al organismo del atleta y que esto igualmente puede inducir una depresión del sistema inmune (en este caso por exceso de estos elementos) y pueden aparecer otros efectos tóxicos negativos para la salud del atleta. Como solución dice el artículo que el atleta debe llevar una dieta equilibrada que incluya una adecuada proporción de proteínas y carbohidratos suficientes para satisfacer sus necesidades energéticas (esta proporción asegura en la mayoría de los casos la ingesta adecuada de Zinc). Para acabar se recomienda también al atleta evitar otros tipos estrés de la vida cotidiana, mantener una buena higiene, descansar adecuadamente entre sesión y sesión de entrenamiento y no saturar la temporada con competiciones para poder reducir el riesgo de infecciones.


Acción antioxidante

    Al Zinc también se le incluyen propiedades antioxidantes y esto teóricamente es un beneficio dentro de las posibilidades de rendimiento deportivo ya que ayuda a reducir la producción de radicales libres que la propia actividad física (entrenamiento), como medio que disponemos los entrenadores para mejorar el rendimiento propiamente dicho, produce en el organismo de los atletas. Antes de ver lo que dicen los estudios y artículos al respecto, vamos a ver las formas fundamentales en las que el Zinc actúa como antioxidante en el organismo humano:

  • Participa en el amortiguamiento de radicales libres por medio de la unión con metalotioneína (MT)

  • La superoxidoreductada (SOD), que en el citoplasma celular contiene Zinc y cobre, actúa catalizando la dismutación del anión superóxido de la siguiente manera:


    En el primer estudio consultado sobre este aspecto se estudian los índices bioquímicos Zinc y cobre para ver el estatus antioxidante en atletas de élite de diferentes modalidades, triatletas y corredores de larga distancia (aeróbico de alto impacto), corredores de corta distancia (anaeróbico de alto impacto) y nadadores de corta distancia (anaeróbico de bajo impacto), los cuales tomaban las mismas cantidades de Zinc y cobre en su toma dietética reciente. Se vio que los atletas de modalidades de larga distancia y alto impacto aeróbico había altos índices de protección antioxidante (Zn-eritrocito, actividad de la SOD y metalotioneína) frente a las modalidades de corta distancia y bajo impacto, lo cual sugiere que se dan adaptaciones de la capacidad antioxidante con el entrenamiento específico. Todo esto indica la importancia de un adecuado estatus de Zinc en los mecanismos de respuesta antioxidante al ejercicio de alta intensidad (Koury JC; de Oliveira AV Jr; Portella ES; de Oliveira CS; Lopes GC; Donangelo CM; 2004). En otro estudio se vieron los valores de la peroxidación de lípidos (radicales libres), la actividad de la SOD, valores de Zinc y cobre, hemoglobina, hematocrito... en 25 jóvenes futbolistas en diferentes grupos manipulando dos variables: menores de 21 años y mayores y los que entrenan regularmente y los que no lo hacen. Los resultados que quiero resaltar es que la correlación entre la ratio Zn/Cu y la SOD es positiva, lo que confirma lo obtenido en el estudio anterior, y que el ejercicio regular es beneficioso en casos de daño oxidativo (ejercicio físico) porque se reduce la tasa de peroxidación lipídica e incrementa la actividad de la enzima antioxidante SOD (Metin G; Atukeren P; Alturfan AA; Gulyasar T; Kaya M; Gumustas MK; 2003). Por último en un estudio sobre entrenamiento físico y estatus de cobre, hierro y zinc en nadadores se obtiene como resultado que la toma de cobre, hierro y Zinc no son perjudiciales para el entrenamiento físico siempre y cuando las tomas sean las adecuadas. Por otro lado se obtuvo que el aumento de la actividad de la SOD en las células sanguíneas sin un aumento de la cantidad de cobre en la dieta era una adaptación funcional del metabolismo del cobre al entrenamiento aeróbico.


Función protectora de las membranas celulares

    Esta función del Zinc es producto de su participación en la estructura de las biomembranas lo cual les aporta estabilidad. Esta función hace que, en caso de darse estados carenciales de Zinc, las membranas sean más susceptibles al daño oxidativo, con los efectos negativos que sobre el rendimiento deportivo esto conlleva. Esta función la realiza de diversas formas:

  • Estabiliza los grupos tilo y fosfolípidos de las membranas.

  • Ocupa sitios en la membrana, que de no hacerlo lo ocuparían metales de transición con poder redox, como sería el Fe.

  • Participa en el amortiguamiento de radicales libres sobre la membrana por medio de la unión con metalotioneína (MT).


Presencia o influencia en otras enzimas

    En este apartado hay que aclarar que el Zinc puede actuar formando parte de la enzima o por el contrario puede actuar como cofactor de estas enzimas (aumentando su actividad). A continuación voy a enumerar algunas de ellas, las que tiene una implicación más evidente sobre el rendimiento deportivo:

  • Anhidrasa carbónica, participando en el transporte de dióxido de carbono por parte de los glóbulos rojos. Que este transporte se realice de manera eficaz va a depender de esta enzima, en cuya estructura participa el Zinc. La relación con el rendimiento deportivo en este sentido esta clara pudiéndose eliminar de forma apropiada uno de los productos de desecho de la respiración pulmonar que se incrementa por las necesidades de oxigeno del metabolismo aeróbico.

  • Lactato deshidrogenasa. Esta enzima participa en el metabolismo, más concretamente en la glucólisis - glucogenolisis. Es la responsable del paso de Ácido pirúvico a Lactato y la eficiencia energética de esta vía va a depender de esta enzima. En consecuencia su buen funcionamiento (con Zinc suficiente) va provocar una mejora de la resistencia a la fatiga en los esfuerzos anaeróbico lácticos como puede ser un 400m.l. En este caso el Zinc actúa como cofactor.

  • Superoxidodismutasa (SOD), comentada en los apartados anteriores.

  • Carboxipeptidasa pancreática.

  • Deshidrogenasa hepática.


Otros aspectos destacables

    En este apartado vamos a comentar otras acciones del Zinc que pueden ser beneficiosas para la correcta marcha del proceso de entrenamiento y en consecuencia del rendimiento deportivo.

  • En el caso de producirse lesiones como son las roturas de fibras musculares se curan y cicatrizan gracias en parte a la acción del Zinc sobre el colágeno del tejido conjuntivo. En este caso sería también el estado carencial de este mineral el que provocaría que la recuperación se alargara o no fuera adecuada.

  • El Zinc es muy importante en el crecimiento y desarrollo óptimo del organismo. Por esto es muy importante para conseguir el máximo rendimiento deportivo en la disciplina que sea que el deportista haya tenido durante su desarrollo y maduración los aportes apropiados, ya que es precisamente en este periodo crecimiento donde se tienen unas necesidades mayores de Zinc. Esto, junto con la correcta alimentación, y la influencia del entorno que se llegue al máximo de la expresión génica de cada organismo, condición fundamental para por medio del entrenamiento obtener las mejores marcas y resultados.

  • En caso de atletas con desordenes menstruales las cuales suelen responder a chicas que practican disciplinas como la gimnasia deportiva o rítmica sujetas a estrictas dietas para mantener un paso corporal o por otra parte practican deportes para cuyo entrenamiento tiene unas necesidades energéticas que tiene dificultades de obtener mediante la dieta, los datos que se obtiene en sus dietas es que tiene niveles bajos de los nutrientes que se encargan de la construcción ósea, especialmente calcio, vitamina B, hierro y Zinc. En este caso habría que mejorar el balance energético para así mejorar el estatus nutricional y en consecuencia solucionar los desordenes menstruales. Para mejorar la calidad de los huesos de estas deportistas parece ser que el primer factor influyente sería los niveles bajos que se dan de hierro y Zinc. También los niveles de vitamina B sería importante para la reparación de los tejidos óseos y musculares. De ahí la importancia de las tomas recomendadas para las atletas respecto a vitaminas y minerales (Zinc) (Manore MM; 2002).


Conclusiones

    Parece que el Zinc puede ser muy importante en el rendimiento deportivo pero hay que dejar claro cuales son las circunstancias en las que se puede dar una deficiencia y que esta es muy poco improbable que se de en aquellos atletas que lleven una alimentación equilibrada y acorde con las necesidades energéticas propias de su actividad. Por lo tanto el primer paso sería determinar si existe o no deficiencias de Zinc en cada atleta en cuestión y ver de esta forma si se puede atribuir a esta causa la falta de rendimiento o los problemas que se estén dando en el entrenamiento (lesiones, continuos resfriados, sobreentrenamiento...).

    En lo que se refiere al Zinc y su influencia sobre el sistema inmune ante esfuerzos del tipo; incremento moderado del volumen de entrenamiento, no hay resultados significativos en caso de alimentación equilibrada. Pero considero que para ver su influencia habría que realizar el estudio con atletas que como consecuencia de las necesidades energética y exigencias del entrenamiento hayan llegado a niveles de deficiencia de Zinc y realizar entonces el mismo estudio al que me refiero variando incluso la intensidad, a parte de incrementos intensos en el volumen de entrenamiento. No obstante en base a la fundamentación teórica parece que el Zinc participa de forma significativa en el funcionamiento correcto del sistema inmune por lo que su deficiencia en el organismo del deportista puede tener consecuencias en forma de infecciones que perjudiquen a su rendimiento.

    También es importante su acción antioxidante ya que dentro de las múltiples formas que tiene el organismo para luchar contra los radicales libres el Zinc esta implicado por su actuación por medio de 2 mecanismos ya comentados (la acción de la superoxidoreductasa y formando uniones con metalotioneína). De esta forma contribuye con el resto de mecanismos a la reducción del efecto oxidativo en el organismo que se produce con el propio ejercicio. Esto favorece al rendimiento ya que se produce un menor daño celular lo que favorece el mejor estado de salud y en concreto en este caso de los músculos, los aparatos respiratorio, circulatorio, vías energéticas...

    También favorece el Zinc al rendimiento en los deportes con otras funciones como son:

  • Función estructural y estabilizadora de las biomembranas.

  • Participación enzimática.

  • Acción en el colágeno del tejido conjuntivo que favorece la recuperación de lesiones musculares por ejemplo.

  • Esencial en el desarrollo correcto de las estructuras y órganos del organismo dentro de su maduración.


Referencias bibliográficas

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revista digital · Año 12 · N° 113 | Buenos Aires, Octubre 2007  
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