efdeportes.com
El Plan Transantiago: una inesperada
oportunidad para reducir el sedentarismo

   
*Profesora de Estado en Educación General Básica, con mención en EF, U. de
Chile. Profesora de Estado de EF, Deportes y Recreación, U. Católica de Valparaíso.
**Profesor de Educación Primaria Urbana, con mención en EF, Escuela Normal de Viña del Mar.
***Profesor de Estado de EF, Deportes y Recreación, U. Católica de Valparaíso.
****Profesora de Estado de EF, Deportes y Recreación,
U. Metropolitana de Ciencias de la Educación.
(Chile)
 
 
Gloria Astudillo Rubio*  
Bernardo Araya Urbina**  
Omar Fernández Vergara***  
Paola Marambio Núñez****
paoflaviamar@yahoo.com.ar
 

 

 

 

 
Resumen
     El artículo analiza el problema del sedentarismo en la población chilena, utilizando como objeto de estudio el transporte público de la Región Metropolitana, específicamente la implementación del proyecto Transantiago. Se abordan las diferentes políticas públicas implementadas recientemente en Chile como en el exterior, haciendo alusión además a investigaciones del sector que describen el riesgo en que se encuentra la sociedad chilena y la metropolitana en particular. Finalmente se analiza el uso de la bicicleta y como este medio de transporte y recreación puede contribuir a resolver en parte las dificultades de algún sector de la población vinculadas a la forma de llegar a destino, pero también una oportunidad para avanzar hacia una sociedad que incorpora hábitos por la vida activa.
    Palabras clave: Transantiago. Sedentarismo. Cambios sociales.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 113 - Octubre de 2007

1 / 1

Introducción

Santiago, una sociedad en riesgo

    A partir de los cambios que trae consigo el Plan de Transporte denominado "Transantiago" consistente en la transformación paulatina del transporte urbano en la capital de Chile, se ha hecho elocuente con mayor nitidez que nunca, que la población en general no esta preparada orgánica ni actitudinalmente para responder al reto de hacer un esfuerzo adicional para llegar a su lugar de trabajo o estudio. Para el común de la población la actividad física consistente en caminar entre siete y más cuadras y hacer transbordos ha generado una gran incomodidad y molestia, modificando las formas habituales de desplazamiento, que consistían básicamente en tomar el bus muy cerca de la casa y llegar prácticamente a las puertas del trabajo.

    Este profundo cambio en la forma de movilizarse en el gran Santiago, anunciado profusamente por la autoridad, ha tenido insospechadas consecuencias en el ámbito político, comunicacional, medioambiental, económico y ciudadano, dejando en evidencia dos grandes consideraciones. Por una parte la densidad del problema de transporte en una ciudad desagregada socio-económicamente y por otra una sociedad que tiene serios problemas para adaptarse a los cambios propuestos. Al parecer la ausencia de un proyecto urbanístico más integrado, el excesivo afán de confort, la tecnología que esclaviza la vida diaria y la modernidad que domestica sin criticidad a la población, anquilosaron a buena parte de los habitantes metropolitanos, trasformándolos en sujetos atrapados en la comodidad y el menor esfuerzo.

    Para muchos Transantiago es un dilema real, objetivo y sentido en lo más profundo de las necesidades básicas, sin embargo para otros cuantos ha comenzado a trasformarse en una afrenta que los conmina a diversificar la forma de trasladarse a sus diferentes destinos. Una evidencia concreta que comienza a visualizarse como un fenómeno asociado a este problema de transporte es la cantidad de ciclistas, caminantes voluntariosos, patinadores, o motonetistas, que lentamente comienzan a copar las vías públicas, alcanzado últimamente cifras inusuales en la comercialización de estos medios. Se comienza a observar que calles, veredas, ciclo vías y avenidas son colonizadas por sujetos que no están esperado que otros les resuelvan sus necesidades de transporte, son hombres y mujeres que ejercen con mayor propiedad su autonomía, están sobre ruedas o caminando con toda libertad a su ritmo e intensidad, sin depender de tarjetas u horarios predeterminados.

    Este comportamiento pedestre o rodante, forzado para algunos por los acontecimientos recientes o cultivado hace tiempo por otros que postulan sentidas convicciones en relación al cuidado de la salud y el medioambiente puede ser una oportunidad inesperada, mucho más real y perdurable que transitorias campañas, implementadas en el último tiempo, tendiente a generar hábitos por la vida activa en segmentos importantes de la población santiaguina. Conductas que sin duda alguna tendrán evidentes repercusiones en indicadores de salud, bienestar y calidad de vida.

    Un dato no menor es como ha ido comportándose la demografía en Chile. El promedio para el período 1997-1999 de las tasas de natalidad, mortalidad y crecimiento vegetativo fue de 18,2; 5,4 y 12,8 por 1000 habitantes respectivamente. Para 1999 las tasas de natalidad, mortalidad y crecimiento vegetativo, fueron de 17,6; 5,5 y 12,1 respectivamente. Hasta 1930 predominaba la población rural, que en 1875 llegaba al 65,1% y en 1920 al 53,6%. A contar de 1940, la situación se invierte, ya que el Censo de 1992 la población rural sólo representa el 16,5% de la población total del país. La proyección al 30 de junio de 2001 indica sólo un 14,2% de población rural (www.gobiernodechile.cl).

    El proceso de urbanización en Santiago confirma tendencias de Latinoamérica. Las ciudades mayores crecen al 1% anual, pero las de segundo nivel lo hacen al 4%. En 1990 había 274 habitantes urbanos por cada 113 rurales. Para el 2010 se estima que la proporción será de 420 urbanos por 116 rurales. En 1960 la proporción era de 100 urbanos a 110 rurales.

    Actualmente, la urbanización se ha revitalizado, aunque el crecimiento poblacional se ha desacelerado en la metrópolis de Santiago, incorporándose la tesis de la megaloposición de toda la malla de asentamientos urbanos de la Región Metropolitana.

    Retomando la salubridad pública, cabe señalar que los problemas de salud que individual y colectivamente se han venido forjando en las últimas tres décadas en la región metropolitana y el país en general, no tienen precedentes en las encuestas y los estudios epidemiológicos (MINSAL, Departamento de Epidemiología "Encuesta Nacional de Salud 2003", "Encuesta Calidad de Vida 2000-2006"). Lo estudiado, registrado y publicado por la autoridad sanitaria y académica en relación a las denominadas Enfermedades Crónicas no Trasmisibles (ECT) da cuenta de un problema cultural multifactorial, con un marcado componente económico, urbanístico, medioambiental, tecnológico, alimenticio nutricional y social. Se puede con cierto grado de certeza, señalar que la sociedad que se esta forjando presenta progresivas fisuras o "reparos sociales" de compleja solución, respecto a: los estilos de vida instalados culturalmente en la sociedad; los inestables niveles de convivencia y precario ejercicio de derechos como ciudadanos y consumidores, se podría afirmar que se esta al frente de una sociedad en riesgo.

    La capacidad de transformación, adaptación y homeostasis que el cuerpo social tenga para salvar esta crisis, dependerá de la asociatividad y liderazgo que ejerzan los más afectados junto a sus organizaciones de base, así como también de la pertinencia de los procedimientos políticos que el conjunto de la ciudadanía y el Estado activen para responder a las consecuencias del modelo económico y sus trastornos medioambientales; la globalización y su desquiciamiento por lo local y la modernidad con su tecnología que menoscaba el esfuerzo físico. La salida de la crisis debe considerar el encuentro de sociedad civil y política para implementar acciones efectivas que reduzcan las situaciones de riesgos a las que están expuestos transversalmente el conjunto de la sociedad metropolitana.

    Respecto a riesgo social el connotado sociólogo alemán Ulrich. Beck (La Sociedad en riesgo. "Hacia una nueva Modernidad". Edit. Paidos. Barcelona 1998) señala: "Los individuos puestos en libertad se vuelven dependientes del mercado laboral, por tanto, dependientes de la educación, dependientes del consumo, dependientes de las regulaciones y abastecimientos sociales, de los planes del tráfico, de las ofertas del consumo, de las posibilidades y modas en el asesoramiento médico, psicológico y pedagógico".

    Parafraseando a Beck, se podría decir que Chile y Santiago en particular con sus indicadores económicos, bienestar, superación de la pobreza y estabilidad política, no dejan de ser frágiles y que a pesar de sus alentadoras cifras el proceso denota algunas desprolijidades sociales.

    En el ámbito de la salud al menos cinco variables han sido descritas por el Ministerio de Salud , a través del Programa "Vida Chile", como factores de riesgo que afectan el bienestar general de la población, componentes que, en el umbral del Bicentenario, se busca reducir en algunos puntos su prevalencia:

    Para avanzar en el logro de estos desafíos "Vida Chile", estableció entre otras estrategias temáticas las siguientes respecto al sedentarismo:

    Para combatir el sedentarismo se requiere ampliar las campañas comunicacionales en el marco de las recomendaciones de OPS/OMS. Al mismo tiempo, difundir las "Guías para una Vida Activa" con los mensajes básicos y recomendaciones para la población general del país. Diversas instituciones del VIDA CHILE y los Municipios, desarrollarán programas educativos destinados al fomento de una Vida Activa, aumentando la oferta de servicios y programas de actividad física recreativa y saludable; ejemplo de ello son las Plazas VIDA CHILE. Por otra parte, se promueve una política de desarrollo urbano con la construcción de parques y áreas verdes, equipamiento comunitario, ciclovías y recintos deportivos para el uso de espacios públicos para la convivencia, recreación, vida activa y deportes.

    Para complementar el análisis y contexto del problema la Ley del Deporte Nº 19.712, consagra en el Articulo 3º "La política nacional del deporte deberá ajustarse a las disposiciones de la presente ley, reconociendo y fomentando el ejercicio del derecho de las personas a organizar, aprender, practicar, presenciar y difundir actividades físicas y deportivas. Asimismo, contemplara acciones coordinadas de la Administración del Estado y de los grupos intermedios de la sociedad destinadas a impulsar, facilitar, apoyar y fomentar tales actividades físicas y deportivas en los habitantes del territorio nacional, en comunidades urbanas y rurales, como también a promover una adecuada ocupación de los lugares públicos y privados especialmente acondicionados para estos fines".

    Por consiguiente se esta frente a un dilema mayor, por una parte trastornos en el transporte público, una población anquilosada incapaz de reaccionar ante la abrupta transición epidemiológica y dos servicios, entre otros, que declaran en sus políticas y marcos reguladores que se tiene normativa y política, para garantizar condiciones de mayor bienestar para el conjunto de la población, entonces la pregunta que cabe hacerse inmediatamente ¿Por qué no ha existido departe de los organismos pertinentes una pronunciamiento más vehemente y colectivo, respecto a la necesidad de acceder a otros medios de trasporte no contaminante, que generan hábitos por la vida activa, que benefician la salud y podrían paliar en parte las dificultades expuestas por el Transantiago?


Transición epidemiológica

    La transición epidemiológica que ha experimentado la sociedad chilena en los últimos 30 años no tiene precedentes y corresponde a una de las más dinámicas entre los países latinoamericanos "Chile pasó en un corto periodo de tiempo de una situación de pre - transición, con alta mortalidad materno infantil, alta prevalencia de enfermedades infecciosas, problemas materno - infantiles y desnutrición a una de baja mortalidad materno e infantil y alta prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), metabólicas y degenerativas". Vio Fernando, Albala Cecilia, Crovetto Mirta. Promoción de Salud en la Transición Epidemiológica de Chile. Santiago, Revista Médica de Chile Vol. 27 Nº1, Abril del año 2000.

    Las consecuencias de este trastorno socio cultural tiene varias expresiones en el comportamiento individual y colectivo de la sociedad chilena. Una de las más complejas y elocuentes manifestaciones que afectan la calidad de vida y repercuten seriamente en la salud es el sedentarismo, este, según datos extraídos del la Encuesta CASEN del año 2000 alcanza al 93,29% en mujeres y 88,97% en hombres de la población (MIEDEPLAN, Encuesta Casen 2000).

    Existen evidencias científicas que aluden a la estrecha relación entre sedentarismo y desarrollo económico, al respecto el Dr. F. Vio señala: "Chile ha tenido un desarrollo sostenido desde la década del 70, el que se incrementó en la década del 90, duplicando su ingreso per cápita a más de U$S 5000 del 2000 en adelante. De este modo, el número de vehículos aumentó de 300.000, en el censo del 70, a más de 2.000.000 en el censo del 2000. En 2004 se vendieron 124.000 automóviles, cifra que batió un récord, ya que normalmente se venden 100.000 al año y es muy probable que se llegue a 140.000 vehículos por año, los cuales se van acumulando, porque en Chile no existen cementerios de autos, por lo cual éstos se reciclan hacia sectores socioeconómico medio, bajos, especialmente en Regiones. De este modo, la población con menores ingresos también ha podido adquirir vehículos y está dejando de caminar.

    El número de televisores en Chile es muy alto y no discrimina por nivel socioeconómico, por lo que fue retirado de la encuesta CASEN en 1994, porque la calidad y número de televisores era incluso mayor en algunos sectores de nivel socioeconómico bajos. El número de horas frente al televisor de la mayoría de los chilenos es de 2 a 3 horas diarias, de Lunes a Viernes, aumentando a 4 a 5 horas diarias los fines de semana" (Revista Chile Nutrición Vol. 32, N°2, Agosto 2005" Prevención de la obesidad en Chile").

    Al parecer las sociedades en vías de mayor progreso o definitivamente desarrolladas, en la medida que resuelven sus necesidades básicas, los sujetos tienen menos gasto energético; disponen de modernos medios de transporte; los tramites administrativos y financieros, junto con los del consumo esencial se pueden hacer por Internet; el uso del tiempo libre es más contemplativo que activo; la comida rápida es la solución inmediata ante la alta exigencia laboral y el individualismo se ha impuesto como estilo de vida, en desmedro de la asociatividad.

    Dada la relevancia del sedentarismo, como rasgo característico de los nuevos tiempo, este se ha transformado en uno de los temas recurrentes en el campo investigativo en los últimos años a nivel internacional.

    Esto es corroborado por la cantidad de seminarios, encuentros y eventos que en torno a él se han llevado a cabo recientemente, como ocurrió con el II Congreso Mundial de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, celebrado en Granada, España el año 2003, organizado por la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Granada, quienes entre otras áreas de interés relevaron el tema "Salud y Actividad Física: antienvejecimiento, poblaciones especiales, ergonomía" o el 11º Congreso Mundial de "Deporte para Todos" celebrado en octubre del año 2006 en La Habana, Cuba, bajo el patrocinio del Comité Olímpico Internacional COI y la Organización Mundial de la Salud OMS, donde el tema central fue "La Actividad Física, beneficios y desafíos", debatiéndose entre otros temas ¿Cómo puede contribuir el "Deporte para Todos" en la aplicación de la estrategia global de la OMS sobre la dieta, la actividad física y la salud?; Reducción de los costos de la salud mediante el Deporte para Todos y Riesgos del sedentarismo para la salud; Constitución de asociaciones intersectoriales con otros grupos de desarrollo y de la sociedad civil (por ej.: transporte, desarrollo urbanista, medio ambiente, ONGs, etc.).

    En dicha oportunidad destacaron las ponencias "La vida físicamente activa y sedentaria en los jóvenes: Observaciones acerca de un tema complejo", expuesto por el Dr. Víctor Matsudo, de Brasil, así como "La contribución de las ciencias para evitar las enfermedades por inactividad en los países en vías de desarrollo - deportes y ejercicios de toda la vida como medicina", presentado por el investigador norteamericano William Oliver Roberts.

    El interés científico por el sedentarismo se mantiene y lo ratifican las publicaciones de la revista Obesity Reviews entre otras. A nivel nacional destaca la Revista "Nutrición XXI" del Instituto de Tecnología de los Alimentos INTA de la Universidad de Chile, Revista Medica de Chile de la Sociedad Médica de Santiago, la Revista Chilena de Nutrición, Publicación de la Sociedad Chilena de Nutrición, Bromatología y Toxicología, la Revista "Sociedad Chilena de Medicina del Deporte" de la respectiva institución y la Revista "Educación Física" - Chile del Departamento de Educación Física, Deportes y Recreación DEFDER de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación UMCE, entre las más especializadas.

    Los estudios sobre sedentarismo e inactividad en el continente, han derivado a intervenciones publicas y privadas, tendientes ha incrementar en la población hábitos por la vida activa, estas presentan variados diseños, alcances e interesantes resultados, destacando el movimiento liderado por el Dr. Matsudo en Sao Paulo, Brasil con su programa ya extendido a muchos países denominado inicialmente "Agita Sao Paulo", una versión inspirada en los mismos principios se lleva a cabo en Venezuela, conocida como "Muévete Venezuela". En Norteamérica destacan los programas "Canadien Active Living Challenge" o "Quino Québec", para Canadá y para USA el programa "The Presidents Council on Physical Fitness and Sport que la administración del gobierno central implementó junto con el asistencia regular del Center for Disease Control and Prevention (CDC).

    En el caso chileno el esfuerzo más sistemático, integrador y mediatizado que se conoce ha sido el Programa "Vida Chile", liderado por el Ministerio de Salud, quienes junto a 32 servicios públicos y privados se comprometieron a comienzos de la década del año 2000 a desarrollar diferentes iniciativas que permitieran reducir la prevalencia de los factores de riesgo definidos a nivel nacional relativos a Obesidad, Sedentarismo, Tabaquismo, Baja participación social, Daño ambiental en espacio públicos y trabajo, citado anteriormente.


Transantiago una oportunidad inesperada

    La expresión de malestar que ronda en la población metropolitana respecto al trasporte público, tiene profundas raíces que colocan al descubierto los desaciertos de las políticas sociales, que acumulados en el tiempo han acentuado la discriminación y exclusión de los más necesitados. Proceso que tiene sus orígenes al comienzo de la década de los '80 cuando a partir de la instalación del modelo neoliberal en la economía del país, cobro más fuerza y predominio la segmentación socioeconómica. Este proceso gradual y sostenido provoco una "fractura social" que hasta la fecha no logra corregirse.

    Planificadamente se llevo a cabo la segregación de la población, separando a quienes tienen más recursos de los más deprivados, así surgieron las masivas erradicaciones, con el desplazamiento hacia la periferia sur y norponiente de la ciudad de muchas familias, sin considerar que finalmente los jardineros, obreros, amas de casa, empleados, técnicos y profesionales en general debían en algún momento del día desplazarse a prestar servicios al centro cívico o a los sectores comerciales o residenciales más acomodados. Con la implementación del Transantiago, esta segmentación urbana "cobra su cuenta" y se la pasa al conjunto de la región metropolitana, retardando y postergando buena parte del vértigo que la caracteriza.

    Reconociendo objetivamente el grave problema por el que atraviesa buena parte de la sociedad metropolitana, respecto al trasporte público, se vislumbra para algunos grupos sociales, soluciones independientes y beneficiosas a partir del uso de la bicicleta, considerando la adopción de medidas básicas de seguridad para su implementación.

    Al compartir y escuchar en diferentes círculos sociales, que consecuencias colaterales esta generando el Plan de Transporte "Transantiago", muchos señalan que han decidido resolver autónomamente el traslado a sus destinos laborales, estudiantiles o sociales, encontrando en la bicicleta una alternativa valida, que no sólo resuelve un problema puntual de desplazamiento, sino que tiene también connotaciones en la economía, la salud, la responsabilidad ambiental y la actitud con la cual se enfrenta la vida diaria.

    Datos publicados en el diario El Mercurio el domingo 25 de marzo del presente año 2007 (Sección Sociedad Cuerpo D página 29) el periodista Álvaro Farias da cuenta que: Los viajes en bicicleta también se están incrementando, en 1991 habían 148 mil al día para el 2001 aumentaron a 304 mil. Estimando que esta tendencia hoy se ha triplicado y va en aumento día a día. En el sector de calle San Diego donde tradicionalmente se comercializan las bicicletas, se registra un aumento de un 30% en sus ventas respecto a los primeros cuatro meses del año 2006. Desde el año 2003 a la fecha solo en las comunas de Nuñoa, Providencia y Las Condes el movimiento de las bicicletas ha aumentado un 17% por año, en una ciudad que a diferencia de otras urbes es plana en su gran extensión, favoreciendo este tipo de desplazamiento.

    Con cierta frecuencia, ante situaciones adversas, se escucha decir "transformemos el problema en una oportunidad" o "aprendamos de los errores", lo cierto es que, este tipo de sentencias del vocablo popular pueden tener real sentido a partir de los trastornos experimentados por un porcentaje importante de habitantes de la región metropolitana, quienes han tenido que sortear una cantidad importante de dificultades para llegar a destino a partir de la implementación del Proyecto de Transporte "Transantiago". La mecanización del trabajo en un principio, la creciente automatización del mismo en la actualidad, el uso indiscriminado del automóvil y el empleo masivo del tiempo libre en pasatiempos de carácter sedentario, como la televisión y los juegos electrónicos, son algunos de los factores, mas importantes que han contribuido al aumento del sedentarismo y la consecuente actitud pasiva de muchos sujetos.

    El uso de la bicicleta, no es la solución para todos, pero si puede ser una alternativa para un número importante de ciudadanos que reúnen a lo menos los siguientes recursos y características para su uso: disponen en primer lugar de bicicletas en buen estado, es decir garantizan un desplazamiento seguro y confortable para distancias moderadas (I. Froböse, Centro de Salud de la Universidad Alemana del Deporte, 45 a 60 minutos de desplazamiento); viven relativamente cerca de sus lugares de trabajo o estudio; cuentan con una salud compatible con las exigencias orgánicas que derivan del pedalear, tienen una actitud de independencia tal, que les libera del prejuicio social de usar la bicicleta, cabe recordar que este es uno de los factores que influyen negativamente en su uso, finalmente disponer de espacios seguros para guardarla en los respectivos destinos.

    Respecto a la salud y el uso de la bicicleta, cabe recordar que la OMS definió salud como: "El estado completo de bienestar fisco, mental y social y no la mera ausencia de enfermedades", al respecto añade que "a fines de 1999 la contaminación causada por el tráfico automovilístico provoca la muerte prematura de 80.000 personas al año en Europa. En particular se ha demostrado que la exposición a contaminantes como las partículas en suspensión (PM10) y el ozono troposférico está asociada con incrementos en los ingresos hospitalarios por enfermedades cardiovasculares o respiratorias y la mortalidad en muchas ciudades europeas y en otros continentes". ("Montar en bicicleta con regularidad reduce en más del 50% el riesgo de infarto" Mayka Sánchez - Madrid, El País - 25-05-2004).

    El informe final, elaborado en forma conjunta por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE/ONU) y la Organización Mundial de la Salud, afirma que es necesario elevar la utilización de la bicicleta y el desplazamiento a pie a la categoría de "verdaderas modalidades de transporte". Señalando que "El transporte no motorizado, reduciría el nivel de contaminación y congestión, y contribuiría a fomentar la movilidad física. El 50% de los trayectos recorridos durante los viajes realizados dentro de la UE son inferiores a 5 Km. Ir en bicicleta o a pie es una alternativa realista. Los peatones y los ciclistas son las víctimas más vulnerables de los accidentes de tráfico. El temor a sufrir un accidente es una de las principales razones por las que más personas no deciden ir a pie o en bicicleta en sus desplazamientos. Por consiguiente, los responsables de la política de transportes de la UE deberían elaborar una serie de medidas que fomenten estas modalidades de transporte y establecer las medidas necesarias de seguridad para peatones y ciclistas". (Informe PARL-EURO 2002).

    Respecto a las evidencias en relación a los alcances que la actividad física tiene para la población en general cabe citar el estudio "Physical activity and Obesity" publicado en Marzo del 2007 en la revista Obesity Reviews, donde se señala que: "El aumento de la actividad física a nivel demográfico no sólo tiene el potencial para ayudar a abordar el problema de obesidad, también se dirigiría a muchos otros problemas claves de salud" añadiendo que: "Los múltiples y positivos efectos de la actividad física sobre la gama de enfermedades y condiciones aún no han sido calculados y pueden ser aún mayores que el efecto de la suma de las partes. Económicamente, los gastos de inactividad han sido estimados en £ 8.2 mil millones por año".

    Por otra parte el estudio realizado por William H. Dietz de Nueva Inglaterra en el Centro Medico, Boston, MA 02111, nos habla de los efectos a largo plazo que produce la obesidad infantil y que se proyectan en el adulto. "La obesidad en la niñez o la adolescencia parece aumentar la probabilidad de la morbosidad adulta y la mortalidad". La publicación aclara que "en todos los casos estudiados (adultos) la mortalidad tuvo como causa un origen cardiovascular y trastornos del colon, y estos adultos fueros adolescentes obesos" .

    Los factores de riesgo comentados, que tienen directa relación con las principales causa de muerte, (Enfermedades isquémicas del corazón, Enfermedades cerebro vasculares, Diabetes Mellitus) se revierten y son evitables mediante el incremento de la actividad física, por tanto el uso de la bicicleta por parte de los sujetos que están facultados, como se menciono anteriormente, ante los problemas que han emergido con la implementación del Proyecto Transantiago, pueden ser una alternativa que aglutina varios factores.

    De esta manera cobra especial relevancia el llamado que hiciera la autoridad sanitaria y la Comisión Nacional de Seguridad en el Tránsito (CONASET) recientemente en torno a "Por qué pedalear" y la promoción en el uso seguro de la bicicleta, destacando que su uso regular:

  • Mejora las condiciones de salud y aspecto físico en general

  • Mejora actitudes laborales y capacidad aeróbica

  • Reduce el colesterol malo e incrementa el colesterol bueno

  • Disminuye riesgos de ataque al corazón y ataques fulminantes

  • Disminuye la hipertensión y la presión sanguínea

  • Mejora la regulación del azúcar en la sangre

  • Refuerza el sistema inmunológico

  • Fortalece el corazón, los músculos, los huesos y los tendones

  • Mejora la mantención de la masa ósea

  • Disminuye el estrés

  • Protege la salud mental, por la liberación de endorfinas y sustancias antidepresivas naturales al pedalear, mejorando la interacción y rendimiento laboral.

    La reducción del tiempo dedicado a actividades de tipo sedentario en el conjunto de la población son un propósito definido de intervención para un importante número de instituciones y autoridades, actualmente es difícil prever otra política que las campañas de mensaje persuasivas públicas y la invitación a realizar actividad física, que podrían ser eficaces en reducir tal situación, iniciativas que sin embargo muestran importantes limitaciones en conseguir logros masivos y permanentes. La expresión de malestar de parte de la población, debe ser transformada en una alternativa auténtica de ocuparnos del tema salud y calidad de vida de la población chilena, la incorporación de diversas formas de trasporte, como por ejemplo, el uso de la bicicleta y la caminata, traen consigo que hoy en Santiago de Chile se realiza mas actividad física que a fines del año 2006, incorporando a sus vidas, quienes lo realizan a uno de los más efectivos agentes protectores de su salud.

    Por tanto TRANSANTIAGO puede y debe ser UNA OPORTUNIDAD INESPERADA, para cambiar hábitos en la población metropolitana.

Otros artículos sobre Educación Física

  www.efdeportes.com/
Google
Web EFDeportes.com

revista digital · Año 12 · N° 113 | Buenos Aires, Octubre 2007  
© 1997-2007 Derechos reservados