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Iniciación al Tenis de Mesa

   
Doctorando en EF por la Universidad de Huelva.
Licenciado en EF por el INEF de Madrid.
Entrenador de Tenis de Mesa (C.T.M. Lepe 1999).
 
 
Manuel Tomás Abad Robles
mtarobles@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
     En el presente trabajo exponemos, en primer lugar, el concepto de iniciación deportiva según diversos estudiosos de relevancia; posteriormente se aboga explícitamente por una iniciación al Tenis de Mesa que contribuya a la educación integral de las personas que participan en la misma, para lo cual, ésta ha de reunir ciertas características y debe pasar por una serie de fases o etapas hasta conseguir una adecuada formación deportiva de los sujetos participantes. Por último, aludimos a los Modelos de Enseñanza del deporte y a su aplicación en la enseñanza del Tenis de Mesa, concluyendo acerca de la necesidad de un análisis profundo en lo que se refiere a la utilización de los mismos.
    Palabras clave: Tenis de Mesa. Iniciación deportiva. Modelos de enseñanza.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 111 - Agosto de 2007

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Introducción

    En nuestra opinión, la toma de contacto del niño o niña con el Tenis de Mesa es de suma importancia, ya que éstos suelen sentirse atraídos por este deporte, lo que ocurre es que, muchas veces, cuando comienzan a aprenderlo, la práctica que se les ofrece no se corresponde con las expectativas creadas. Pensamos, pues, que la iniciación y el Modelo de enseñanza del Tenis de Mesa cobran especial relevancia a la hora de formar y educar a nuestros pupilos.


1. La iniciación deportiva y el tenis de mesa

    En esta etapa de formación, no sólo estamos formando jugadores, sino también, y más importante aún, estamos educándoles. En este sentido, siguiendo a autores de relevancia, conviene, en primer lugar, aclarar el concepto de iniciación deportiva, para después destacar las consideraciones más importantes a tener en cuenta en este período y, por último, hacer referencia a las distintas etapas que se consideran en la iniciación deportiva, según diferentes autores.


    1.1. Concepto de iniciación deportiva

    El concepto de iniciación deportiva es un término que ha sido definido por numerosos autores, aportando cada uno de ellos su propia interpretación al respecto. A continuación intentaremos clarificar, en la medida de lo posible, este vocablo tan frecuentemente utilizado en el ámbito de la actividad física y el deporte.

    Si consultamos el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (2001:866), observamos que el término 'iniciación' Hace referencia a la "acción y efecto de iniciar o iniciarse". Por otro lado, la palabra 'deportiva' en su primera acepción, significa "perteneciente o relativo al deporte" (p. 507), mientras que en su segunda significación alude a "que sirve o se utiliza para practicar un deporte" (p. 507). De esta manera, y según este diccionario, la expresión iniciación deportiva remitirá al hecho de iniciarse en aquello (contenidos) que sirve o se utiliza para practicar un deporte.

    Para Blázquez (1986:35) la iniciación deportiva se corresponde con "el período en el que el niño empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes". Por otra parte, Delgado (1994), nos dice que cuando hablamos de iniciación deportiva nos estamos refiriendo al proceso que abarca desde que un individuo empieza su aprendizaje, pasando por el desarrollo continuado ulterior, hasta que éste es capaz de aplicar lo aprendido en una situación real de juego de forma global y con cierta eficacia. De nuevo Blázquez (1986:35-36), nos dice, desde un punto de vista educativo, el cual es el que adoptamos y defendemos desde todo momento en el presente trabajo, que "el proceso de iniciación deportiva no debe entenderse como el momento en que se empieza la práctica deportiva, sino como una acción pedagógica que, teniendo en cuenta las características del niño y los fines a seguir, va evolucionando progresivamente hasta llegar al dominio de cada especialidad". Según este mismo autor en el proceso de la iniciación deportiva es menester tener en cuenta los siguientes dos aspectos: El niño que aprende (desarrollo, maduración, motivaciones, etc.; y la pedagogía utilizada (método tradicional, método activo).

    Según Sánchez Bañuelos (1992:181), "no consideramos a un individuo iniciado hasta que no es capaz de tener una operatividad básica, sobre el conjunto global de la actividad deportiva, en la situación real de juego o competición". Al igual que los autores precedentes, Giménez y Castillo (2002) entienden la iniciación deportiva como un proceso de enseñanza-aprendizaje en el que el niño y la niña van a ir evolucionando por una serie de etapas en las que irán aprendiendo y desarrollando los diferentes contenidos físicos, técnicos, tácticos y psicológicos adecuados a sus características biológicas y psicológicas.

    Otra definición interesante de iniciación deportiva es la que dan Hernández Moreno et al. (2001:1): "proceso de enseñanza-aprendizaje, seguido por un individuo, para la adquisición de la capacidad de ejecución práctica y conocimiento de un deporte. Este conocimiento abarca desde que el individuo toma contacto con el deporte hasta que es capaz de jugarlo con adecuación a su estructura funcional".

    Resumiendo, podemos concluir diciendo que cuando hablamos de iniciación deportiva al Tenis de Mesa nos estamos refiriendo al proceso incipiente de enseñanza-aprendizaje que abarca desde que los sujetos toman contacto con el deporte y con sus componentes básicos (técnica, táctica, estrategia, psicología y reglamento), hasta que son capaces de poner en práctica los conocimientos adquiridos con una eficacia básica en una situación real de juego deportivo.


    1.2. Características que ha de tener la iniciación deportiva al tenis de mesa

    La creencia, por parte de numerosos autores, de que la iniciación deportiva ha de reunir una serie de condiciones, ha hecho que surjan numerosas sugerencias para que la iniciación deportiva sea lo más adecuada posible: para Blázquez (1999a), la iniciación debe realizarse de forma paulatina; han de tenerse en cuenta las posibilidades y necesidades de los individuos; se debe evitar la especialización precoz; también ha de favorecerse la toma de contacto con diferentes deportes (individuales, colectivos, adversarios); ha de permitir la participación e inclusión de todos los sujetos a la vez que ha de tratar de evitar el pensamiento, a veces tan común entre técnicos y entrenadores deportivos, de que todos nuestros pupilos pueden llegar a ser campeones. Feu (2000) por su parte, va a hacer referencia a las características que debe reunir un deporte para que éste contribuya a la formación y educación de los sujetos que se inician en el mismo: no discrimina y participan todos; ofrece diversión y placer en la práctica; enseña a ocupar el tiempo de ocio con actividades deportivas; fomenta la autonomía personal; permite la reflexión y la toma de decisiones en los participantes; mejora la condición física y las habilidades motrices básicas y específicas; enseña a respetar y a valorar las propias capacidades y las de los demás; favorece la comunicación, expresión y creatividad; la competición y el entrenamiento están enfocados al proceso y no al producto; y enseña hábitos saludables de práctica deportiva.


    1.3. Fases o etapas de la iniciación deportiva

    En la actualidad, existe en la literatura especializada una gran cantidad de información respecto a las distintas fases o etapas por las que debe pasar un individuo durante su carrera deportiva. Sin embargo, son escasos los autores que se han dedicado a establecer, exclusivamente, aquellas etapas por las que ha de pasar un principiante hasta practicar el deporte en cuestión con cierta eficacia. Hemos creído conveniente realizar esta consideración con el fin de facilitarle al lector la lectura y comprensión de este apartado. A continuación, pasaremos a exponer las distintas fases o etapas según algunos de los autores más destacados.

    Delgado Noguera (1994) hace referencia a las siguientes etapas en la iniciación deportiva:

    Respecto a la etapa denominada 'iniciación básica motriz' y, dependiendo de la edad del principiante, ésta podría darse simultáneamente con la iniciación deportiva (en el caso de que el principiante tenga una edad comprendida entre los 7-8 y los 12 años). Por el contrario, si se trata de personas de más edad, la etapa de 'iniciación básica motriz' no coincidiría con la de iniciación deportiva. Con esta afirmación no pretendemos restar importancia a dicha etapa, sino más bien, subrayar la consideración de que la educación física de base y la iniciación deportiva no son lo mismo, son contenidos distintos aún estando relacionados y aunque un correcto tratamiento de la primera sea imprescindible para que la segunda se desarrolle adecuadamente.

    Para Blázquez (1999b) las etapas de la iniciación deportiva son las siguientes:

    A nuestro juicio, la etapa denominada 'toma de contacto con las prácticas deportivas: iniciación deportiva generalizada' es la etapa que estaría más en la línea del concepto de iniciación deportiva que venimos defendiendo a lo largo del presente trabajo.

    Otra interesante proposición, respecto a las fases de la formación deportiva, es la que realiza Giménez (1999): toma como ejes, tanto la edad de los que realizan la actividad deportiva, como los contenidos a trabajar a lo largo de dicha formación; además, distingue en la formación deportiva del individuo, tres etapas generales, dentro de las cuales está una específica dedicada a la iniciación deportiva. En la tabla 3 exponemos sintéticamente su propuesta.

    Siguiendo la línea conceptual mantenida respecto a la iniciación deportiva, a nosotros nos interesan las subetapas A, B y C de la fase de iniciación y la subetapa A de la fase de desarrollo, ya que son las que hacen referencia a la iniciación deportiva propiamente dicha.

    Resumiendo, y de acuerdo con Angelescu (1988), casi todos los autores están de acuerdo en establecer tres etapas en la iniciación deportiva: familiarización, iniciación, formación o desarrollo.


    1.4. Edad de iniciación al tenis de mesa y objetivos

    Hoy en día la mayoría de los especialistas están de acuerdo en que las etapas de la infancia y la adolescencia son claves para el aprendizaje motor y deportivo, debido a factores relacionados con el desarrollo y la maduración del Sistema Nervioso, fundamentalmente. Por este motivo, la mayoría de los autores proponen que los primeros contactos con el deporte deben llevarse a cabo en torno a los 8-10 años (Jolibois, 1975, citado por Sánchez Bañuelos, 1986; Sánchez Bañuelos, 1986; Pintor, 1989, etc.). Estas indicaciones se corresponde con la propuesta de la Federación Española de Tenis de Mesa, la cual sitúa la edad de iniciación a este deporte entre los 7- 8 años (F.E.T.M. 1979, Bermejo, 1992 y también Angelescu, 1988); no obstante, otros autores, entre ellos Allen (1996), sitúan la edad de comienzo antes, a los 6 años, lo cual nos parece algo precoz.

    Dependiendo de la perspectiva bajo la cual encuadremos la iniciación deportiva, así será el acento predominante de los objetivos que nos propongamos en la iniciación deportiva. De esta manera, si entendemos la iniciación deportiva desde el ámbito educativo y recreativo, evidentemente los objetivos que nos propongamos tendrán un marcado carácter formativo; sin embargo, si nos situamos bajo el prisma competitivo y de rendimiento, este enfoque educativo pasa a segundo plano, y eso, en el mejor de los casos. No obstante, y dentro del ámbito educativo, Giménez y Sáenz López (2000), modificando la propuesta realizada por Antón (1990), establecen una serie de objetivos para la iniciación deportiva al baloncesto. A continuación exponemos la proposición de estos autores, la cual puede ser perfectamente aplicada a la iniciación al Tenis de Mesa.


2. Metodología de enseñanza del tenis de mesa

    Se trata de responder a la pregunta: ¿cómo enseñar? Si revisamos los manuales de Tenis de Mesa cuando éstos se refieren a la Metodología de enseñanza del mismo (existen algunos que no dedican a ésta ni siquiera un capítulo), aluden a aspectos como ejercicios dentro y fuera de la mesa, campeonatos, utilización del robot, etc. Como podemos comprobar, nada de esto se acerca a la concepción actual de Metodología de la enseñanza de los deportes dentro de las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Es menester, pues, una adecuada consideración por parte de las instituciones, entrenadores, técnicos, etc., para que la enseñanza de nuestro deporte se base en criterios y consideraciones serias y rigurosas, fruto de la experiencia y de la investigación.

    A continuación nos proponemos describir el panorama actual respecto a la Metodología de enseñanza de los deportes; no obstante, debido a la escasa publicación e investigación existente en el Tenis de Mesa, nos basaremos en autores y publicaciones relacionadas con los deportes de equipo.


    2.1. Modelos de enseñanza del deporte

    Desde hace algunos años se está produciendo en el ámbito de la enseñanza-aprendizaje de los deportes, un especial interés por desarrollar una teoría de conocimientos relativa a la especificidad de la enseñanza de cada tipo de deporte, ya que, según numerosos autores (Delgado, 1993; Devís, 1992; Lorenzo y Prieto, 2002; Sáenz-López, 1997, etc.) la metodología utilizada adolece de ciertas carencias.

    Una de las principales críticas que se le hace a Modelo tradicional, de racionalidad técnica o pasivo (Modelo predominante en la enseñanza actual del Tenis de Mesa), es que este tipo de enseñanza, entre otras características, ha destacado por preconizar una enseñanza analítica y aislada del contexto real de juego de las distintas habilidades (técnicas o modelos) del bagaje motor del deporte en cuestión. Este hecho ha propiciado que la participación de los alumnos/as-jugadores/as en un juego deportivo pueda postergarse hasta que éstos no posean la competencia técnica necesaria, estimada ésta según el profesor/a o entrenador/a, para tener relativo éxito en la práctica del mismo, lo cual suele ocurrir, en la mayoría de los casos, demasiado tarde, porque lo que se ha practicado, y el cómo se ha practicado no tiene nada que ver con las exigencias que demanda el juego real (Read, 1992). Esta misma autora se pregunta, en consecuencia, si la práctica de los gestos técnicos se ha producido de forma aislada, "¿cómo pueden los alumnos/as dar buen uso a sus técnicas si no saben dónde encajan dentro del contexto de juego?" (1992:211).

    A continuación exponemos brevemente algunas críticas a este Modelo de enseñanza, las cuales son aplicables a la enseñanza Tradicional del Tenis de Mesa.

    Como consecuencia de esta actuación nos encontramos con: aburrimiento de los alumnos/as-jugadores/as por la realización de ejercicios analíticos y estereotipados; si utilizamos el método analítico, el alumno/a-jugador/a pierde la capacidad intuitiva, disminuyendo así su capacidad táctica; al estar encaminada la Enseñanza-Aprendizaje hacia la competición y hacia el rendimiento, y al seleccionar a los 'mejores', se pierde la orientación educativa que favorece la formación integral; el Modelo Tradicional se basa en los modos de ejecución de los adultos; no se consideran las características físicas ni psicológicas, las motivaciones e intereses de los chicos y chicas, lo cual es considerado como un error pedagógico y didáctico; escasa significación y transferencia de los aprendizajes al juego real; es frecuente el hecho de que los jugadores no sepan aplicar, en el juego real, lo aprendido en situaciones fuera del contexto real del juego: limitación del desarrollo de la creatividad, escasa implicación cognitiva de los alumnos/ o jugadores al no plantear situaciones que conlleven la resolución de problemas; se forman alumnos/as-jugadores/as dependientes del profesor o entrenador, etc.

    Para Thorpe (1992) no sería demasiado correcto pensar que los profesores y entrenadores han venido utilizando este tipo de instrucción en la enseñanza de los deportes por ser descuidados e ineficaces, sino que lo hacían así porque así se les ha enseñado y porque es así como se propone que se enseñen estos deportes en la mayoría de los libros específicos.

    En contraposición a este Modelo, en los últimos años han aparecido algunas propuestas metodológicas (Modelos alternativos); siguiendo a diferentes autores (Delgado, 1993; Devís, 1992; Lorenzo y Prieto, 2002; Sáenz-López, 1997a; Sampedro, 1999; Viciana, 1999; etc.); y teniendo en cuenta que estas consideraciones han sido realizadas para los deportes de equipo, pasamos, a continuación, a relacionar los rasgos más significativos de las mismas y su aplicación a la iniciación al Tenis de Mesa.

    Llegados a este punto, y según lo expuesto, existe una necesidad de cambio en la enseñanza del Tenis de Mesa, lo cual ha de alcanzar tanto a las escuelas de Tenis de Mesa, como a los colegios e institutos, e, incluso, a los clubes deportivos; no obstante, somos consciente de la dificultad que ello conlleva, ya que la aplicación de la mayoría de estos principios resulta más factible en los deportes de equipo; aunque, pensamos que también se pueden llevar a cabo en la enseñanza de los deportes individuales en los que la técnica es tan importante como la táctica, como es el caso del Tenis de Mesa. Sería cuestión de probar, experimentar, adaptar compaginar ambas metodologías, etc., con el fin de que, en definitiva, salgan ganando el Tenis de Mesa y las personas que lo practican. En este sentido, y para concluir, tenemos que decir que se echan de menos estudios e investigaciones al respecto en el ámbito del Tenis de Mesa.


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