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Deficiencia auditiva y deporte

   
*Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte, Málaga.
**Diplomada en Magisterio (Audición y Lenguaje), Granada.
(España)
 
 
Sergio Aragón Arjona*
sergio_aa2003@hotmail.com  
Inmaculada Valdivieso Fernández**
inma591@hotmail.com
 

 

 

 

 
Resumen
     En el siguiente artículo se ve como mediante un proceso de integración, los/as alumnos/as con necesidades educativas especiales (NEE), deben estar abiertos al aprendizaje junto a otros/as compañeros/as, sin sentirse inferiores y haciendo ver que ellos/as tienen cosas que ofrecer. Plantear actividades teórico- prácticas sobre deportes adaptados, son un punto de unión en el que además se trabaja la integración en la escuela y en la sociedad.
     En el caso del niño/a con deficiencia auditiva el rendimiento físico podrá llegar a ser muy parecido al de la población normal, siempre que el entrenamiento recibido se adapte a la deficiencia sensorial.
     Aunque para los docentes y entrenadores/as no es tarea fácil, ya que el proceso de aprendizaje para los/as alumnos/as con deficiencias auditivas debe tener apoyos y ayudas constantes.
    Palabras clave: Deporte. Diversidad. Sordera.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 110 - Julio de 2007

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Introducción

    La diversidad siempre ha existido en la escuela porque concurren sujetos con diversas historias, prácticas, estilos de vida, forma de apropiarse de conocimientos culturales, etc. Todos los/as alumnos/as son distintos, algunos necesitarán adaptaciones para poder adquirir dichos conocimientos pero siempre en el contexto general de nuestra práctica, nunca aislados con ideas de mejorar algún aspecto de la educación sin el valor social que debe tener.

    Los/as alumnos/as con necesidades educativas especiales (NEE), deben estar abiertos al aprendizaje junto a otros/as compañeros/as, sin sentirse inferiores y haciendo ver que ellos/as tienen cosas que ofrecer.

    Los docentes, debemos de aprender a entrar en el mundo de los discapacitados y profundizar acerca de las minusvalías, conociendo en su propia piel cómo se sienten los/as alumnos/as con estas características cuando se enfrenta a la práctica de actividades físicas.

    Plantear actividades teórico- prácticas sobre deportes adaptados como el atletismo para ciegos, son un punto de unión en el que además se trabaja la integración en la escuela y en la sociedad.


Concepto

    La sordera se puede definir como el impedimento auditivo tan severo que le impide al niño/a procesar información lingüística a través de la audición con o sin instrumentos amplificadores. Según la Conferencia de ejecutivos de la Escuela Americana de Sordos reside en la capacidad para interpretar el lenguaje hablado mediante el oído.

    Desde el punto de vista educativo, el/la niño/a sordo/a es aquél cuyo déficit auditivo es lo suficientemente severo como para que no pueda beneficiarse completamente de los recursos que normalmente ofrece el aula ordinaria (Jonson y col).

    La discapacidad auditiva se puede definir como aquel trastorno sensorial caracterizado por la pérdida de la capacidad de percepción de las formas acústicas, producida ya sea por una alteración del órgano de la audición o bien de la vía auditiva. (Ríos, 2001). La deficiencia auditiva no ocasiona necesariamente retrasos en el desarrollo de las capacidades motrices, aunque algunos autores señalan que son frecuentes las dificultades en el equilibrio y coordinación general, aduciendo entre otras como posibles explicaciones para ello: defectos vestibulares, neurológicos, la privación del sonido como incentivo y guía del movimiento, la ausencia de relación verbal con el movimiento y la sobreprotección de los padres (Toro y Zarco, 1995).

    La Conferencia Ejecutiva de la Escuela Americana para los sordos, en 1974, desarrolla una definición con orientación educativa (Winzer, 1993 citado por González, 1995), ya que hacía referencia al término de sordo como la incapacidad auditiva que le imposibilitaba para procesar información a través del oído, como el sujeto que presenta un resto auditivo, que con el uso de ayuda auditiva, puede ser capaz de procesar información lingüística a través de la audición.

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) define "sordo" como toda persona cuya agudeza auditiva le impide aprender su propia lengua, seguir con aprovechamiento las enseñanzas básicas y participar en las actividades normales de su edad. Su audición no es funcional para la vida cotidiana.

    Los términos de sordera, pérdida auditiva o discapacidad auditiva se utilizan como sinónimos, pero lo cierto es que existen tipos y grados de sordera o pérdida auditiva.


Clasificación

    Las discapacidades auditivas según los siguientes criterios se pueden clasificar en (Tabla 1):


Características de tipo motor

    El defecto sensorial es totalmente invisible desde la óptica de su entorno social pero entraña una disminución de su capacidad de reacción lo que supone colocarle por debajo del nivel medio de la población normal en cuanto al deporte se refiere.

    La diferencia entre una persona oyente y otra sorda es nula. Solamente al andar se puede diferenciar. Nunca puede guardar la línea estética de su paso. No por defectos físicos en sus piernas o caderas sino porque tienen arraigada la costumbre de estar siempre pendientes del entorno que les rodea (vista). Al mirar constantemente alrededor no puede seguir una línea recta. Este problema en la práctica deportiva afecta mucho.

    La motricidad de la persona con deficiencia auditiva viene marcada por la ausencia del control de la audición. Tienen problemas en el equilibrio estático y dinámico, por su problema vestibular, pueden tener torpezas motrices por falta de experiencias, lo mismo que con los conceptos de tiempo, espacio, lateralidad, etc… porque no los entienden, son conceptos abstractos que no los tienen claros (Myklebust, 1975).

    No es necesario explicar los beneficios que la práctica del deporte produce en el cuerpo humano. No sólo se beneficia físicamente, sino que produce un fuerte cambio en la personalidad del sordo/a haciéndole más tratable y eliminando una barrera que existe ante el entorno humano que le rodea.

    La práctica deportiva en competiciones conlleva conocer nueva gente, culturas, entablar comunicación e intercambios culturales, humanos y técnicos. Se le saca de su pequeño mundo y se le demuestra que también cuenta para la sociedad.


Actividad motriz

    Tienen problemas en el equilibrio estático y dinámico, por su problema vestibular, pueden tener torpezas motrices por falta de experiencias, lo mismo que con los conceptos de tiempo, espacio, lateralidad porque no los entienden, son conceptos abstractos que no los tienen claros. Las conclusiones a las que llegan diferentes autores es que la motricidad se halla algo retrasada respecto a la población en general.

    Puede retrasar la adquisición de la marcha y al andar se puede diferenciar de una persona oyente por no oír sus propios pasos. Nunca puede guardar la línea estética de su paso al mirar constantemente alrededor, hecho que afecta en la práctica deportiva del sujeto. No por defectos físicos en sus piernas o caderas sino porque tienen arraigada la costumbre de estar siempre pendientes del entorno que les rodea (vista).

    Puede identificarse un retraso en la noción del cuerpo, ya que en un principio se desconoce la terminología que habitualmente se emplea para nombrar sus diferentes partes. Vayer (1977) constata que mostraban dificultades en el control de la postura y en el control segmentario dado su evolución del esquema corporal.

    También pueden aparecer retrasos en los movimientos simultáneos, la coordinación locomotriz y en la velocidad de reacción. Pero todas estas conclusiones necesitan de más estudios para poder llegar a conclusiones definitivas.

    El aprendizaje escolar para los/as alumnos/as con deficiencias auditivas deben tener apoyos y ayudas constantes. Se pueden detallar una serie de condiciones previas para su integración en el centro ordinario:

    El caso más corriente que nos podemos encontrar es un/a niño/a con prótesis auditiva y con la labiolectura aceptable por lo que lo colocaremos donde pueda potenciar más sus restos auditivos y desarrollar su visión. El habla del profesor/a y de sus compañeros/as será normal y el ritmo de expresión moderado. En el transcurso de la clase se debe asegurar que el/la niño/a sigue la explicación.


CISS (Comité Internacional des Sport des Sourds)

    Existen datos que indican que a principios del siglo XIX se realizaban reuniones culturales y deportivas de nivel internacional, donde las personas necesitaban utilizar signos diferentes de los usados en sus comunidades para poder comunicarse entre sí. A partir de la creación del C.I.S.S. (Comité Internacional de Deportes de Sordos), en 1924, y de la F.M.S. (Federación Mundial de Sordos), en 1951, los encuentros entre personas sordas de diferentes países son cada vez más frecuentes, teniendo en cuenta que estos organismos empiezan a celebrar, respectivamente (cada organización por sí misma), los Juegos Mundiales y los Congresos Mundiales, cada 4 años.

    La historia del deporte para sordos es muy extensa aunque apenas es de dominio público, de hecho fue el primer grupo de personas con necesidades especiales que decidió participar en competiciones de oyentes, en el siglo XIX. Pero no fue hasta 1888 cuando un grupo de sordos alemanes crearon un club deportivo compuesto únicamente por sordos.

    Mucho tiempo tuvo que pasar para que se creara el reconocimiento internacional del deporte de sordos. En 1924 nació Comité International des Sport des Sourds (C.I.S.S) con el que comenzaron las competiciones deportivas internacionales para sordos. Cuando el C.O.I. (Comité Olímpico Internacional) reconoció al CISS, en 1955, comenzaron a celebrarse cada cuatro años los Juegos Mundiales para Sordos, creándose también los Juegos de Invierno, intercalándose cada dos años los de verano y los de invierno.

    Poco se conoce del funcionamiento de esta Federación Internacional de discapacitados auditivos y sordos. Sus competiciones se encuentran en controversia con el movimiento Paralímpico ya que prefieren organizar sus eventos separados a través de las Olimpiadas Silenciosas.

    En 1981 se fundó la European Deaf Sport Organization (EDSO) sufragada por cuatro países: Bélgica, Dinamarca, Francia y Holanda. Francia se ofreció a organizar el I Congreso del EDSO, donde fue nombrado el primer presidente, el holandés Henny de Haas. A partir de aquí el número de países participantes ha ido evolucionando incrementándose la lista de países europeos inscritos.

    En España tuvo lugar su fundación en 1949 con la presidencia de Marcos Anavi Benavideste y durante diez años fue construyéndose poco a poco asentándose el organismo aunque existían pocas actividades deportivas.

    El deporte empieza a funcionar oficialmente al comienzo de la década de los años 60, inscribiéndose por primera vez en el CISS y participando en los Juegos Mundiales para Sordos. A partir de entonces se comenzaron a celebrar Campeonatos de España de Deportes para Sordos, en un principio sólo de fútbol y ajedrez, pero comenzaron a tener muchos problemas llegándose a suspenderse en varias ediciones.

    En la actualidad, se piensa que el deporte no necesita adaptación a la condición física del sordo por cuanto su complexión es idéntica a la de las personas sin problemas auditivos; aunque sí se necesitan pequeñas adaptaciones como ayudas visuales a las indicaciones de los jueces en plena competición, pero los clubes normalizados aceptan al deportista sordo en casos muy concretos y puntuales y nunca suelen darles la oportunidad de practicarlo oficialmente.

    Cuando aparece el Real Decreto 1835/91, de 20 de diciembre, sobre Federaciones Deportivas Españolas y Registro de Asociaciones Deportivas, se reconoce la necesidad de crear una Federación de Deportes para sordos, como complemento de La Ley del Deporte 10/1990. En 1993, la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes dio su aprobación y consiguiente inscripción en el Registro de Federación Deportiva, con el número 48, apareciendo así una legislación que regula el deporte para sordos de una manera oficial. Realizan los Juegos Mundiales de verano o invierno y las Olimpiadas silenciosas cada cuatro años.

    Al igual que en las demás discapacidades, la práctica de actividad física o deporte no solo les beneficia físicamente, sino que produce un fuerte cambio en la personalidad del sordo/a haciéndoles más tratables y eliminando una barrera que existe ante el entorno humano que les rodea, desapareciendo las cualidades de aislamiento y soledad que existen en su colectivo.


Modalidades deportivas

    Las modalidades deportivas que entran a formar parte de esta Federación son (COE, 1994):


Orientaciones metodológicas

    El deporte no necesita adaptación a la condición física del sordo, por cuanto su complexión es igual al de las personas sin discapacidad sensorial. Pero aquí se propone una serie de procedimientos básicos para optimizar las sesiones con sordos:


Conclusión

  • Tenemos que saber ayudarlos a desarrollarse íntegramente como personas utilizando como medio el ejercicio y la actividad física.

  • Moralmente también debemos evitar cualquier tipo de discriminación por discapacidades, facilitando la integración en nuestra aula cumpliendo con el principio de normalización que marca nuestro actual sistema educativo.

  • Los sordos pueden desempeñar casi cualquier trabajo y practicar cualquier deporte, excepto aquellas profesiones en las que una buena audición es condición indispensable (piloto de aviones, director de orquesta).

  • La práctica físico-deportiva es una de las mejores vías para que las personas con discapacidad puedan integrarse de forma más fácil en nuestra sociedad, ya que el deporte significa juego, competición, ejercicio físico, pero también significa superación personal, constancia, esfuerzo, aprendizaje y relación social.

  • El deporte no necesita adaptación a la condición física del sordo, por cuanto su complexión es igual al de las personas sin discapacidad sensorial.

"Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye; la verdadera sordera, la incurable sordera es la de la mente"
(Víctor Hugo).


Referencias bibliográficas

  • ADAMS, R. C.; DANIELA, A. N. y RULLMAN, L. (1978). "Juegos, deportes y ejercicios para personas en desventaja física". Editorial: Paidos.

  • AIMARD, P. y MORGAN, A. (1989). El niño sordo. Madrid: Nancea.

  • BERNAL, J.A. (2002). El profesor de Educación Física y el alumno sordo. Wanceulen

  • CRATTY, J. (1974). "Motricidad y psiquismo en la educación y el deporte". Editorial: Miñon.

  • GONZÁLEZ, E. (1995). Necesidades educativas especiales. Intervención psicoeducativa. Editorial CCS. Madrid.

  • GUIRALDES, M. (1987). Metodología de la Educación Física. Editorial: Stadium.

  • MENDOZA, N. (2003). Apuntes de deporte y actividad física adaptada. Facultad de Ciencias del Deporte. Toledo

  • MYKLEBUST (1975). Psicología del sordo. Magisterio Español. Madrid.

  • Organización Mundial de la Salud 2000.

  • PACHECO, D. y VALUMIA, R. (1993). "Necesidades Educativas Especiales". Editorial Aljibe.

  • RÍOS, M. (2001). Educación física para ANEE. Universidad de Barcelona. Barcelona.

  • SACKS, O. (1996). Veo una voz. Salamanca: Anaya & Mario Muchnik.

  • TORO, S. y ZARCO, J.A. (1995). Educación física para niños y niñas con necesidades educativas especiales. Ediciones Aljibe. Málaga.

  • VAYER, P. (1977). El diálogo corporal. Científico médica. Barcelona.

  • ZUCCHI, D. (2001). Deporte y discapacidad. EFDeportes.com, revista digital. Buenos Aires. Año 7 nº 43.

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