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¿Monumento a Maradona o el
modo de celebrarse a sí mismos?

   
Lic. en Sociología
Universidad de Buenos Aires
(Argentina)
 
 
Roberto Di Giano
robaied@hotmail.com
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 103 - Diciembre de 2006

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La campaña de recolección de fondos se hizo
entre los seguidores de Maradona, cuyos nombres aparecerán
en la base del monumento.
(Clarín, 25/10/06)

    Existe en la Argentina una fuerte tendencia a crear mitos, para después refugiarse cómodamente en ellos. Sin dudas, amplios sectores de la población hallan un lugar seguro en esas perfecciones imaginarias.

Maradona
Estatua a Maradona en el Museo de la Pasión Boquense, Buenos Aires

    Las personas que cuestionan, que deciden impugnar estos relatos sociales dominantes que transforman a algunos seres humanos en "sobrenaturales" a partir de una hacer excepcional, se encuentran pronto en dificultades al sufrir sanciones sociales que los van marginando porque tuvieron la osadía de poner en juego "cosas sagradas".

    Esas versiones irrefutables sirven para llevar a cabo una ingenua autoglorificación de los argentinos quiénes proyectan en dichos personajes arquetípicos una parte importante de sus vidas y así, tarde o temprano, terminan entorpeciendo el crecimiento individual y colectivo1 .

    Maradona asumiría características mucho más complejas si se lo despojara de sus condiciones míticas. Es que mostró una variada gama de contradicciones y altibajos a lo largo de su extensa carrera profesional que podrían servir para sacar una serie de conclusiones que ayudarían a mejorar una actividad que muestra graves signos de agotamiento.

    Si bien sus hazañas tienen una vigencia de larga data en un país donde los jugadores denominados "crack" siempre representaron las mejores cualidades de la cultura futbolística local, Diego Maradona fue también producto de una nueva época del deporte dominada por los medios audiovisuales.

    Así, en las dos últimas décadas tuvo una presencia muy fuerte en dichos medios quiénes intentaron alimentar por diversas vías su vanidad, y dieron señas de devorarlo cuando parecía atrapado en su celda narcisista. En el marco de esta larga y difícil relación Maradona fue desarrollando una gran capacidad histriónica que lo llevaría a conducir, con bastante soltura, un programa en la televisión argentina donde sus invitados se mostraban despojados de toda valentía para realizarle algún tipo de crítica.

Nota
1. Vale aclarar que pocos días antes de la inauguración del monumento en el Museo de la Pasión Boquense se estrenó otro en la localidad de Bahía Blanca.

Video de la Estatua a Maradona
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revista digital · Año 11 · N° 103 | Buenos Aires, Diciembre 2006  
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