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Análisis de la realidad y
necesidades de actividad física
en personas mayores en Galicia

   
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Master en Gerontología Clínica. Universidad de la Coruña.
Departamento de Enfermería, Profesor del Graduado Superior en
Gerontología. Doctorando por la Universidad de Santiago de Compostela.
 
 
Roberto Silva Piñeiro
robsil@ole.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
     La promoción de salud a través de hábitos como la actividad física está reconocida ampliamente en documentos internacionales y nacionales. Sin embargo la fuerza con la que nacen se va disminuyendo a medida que deben llegar a los destinatarios finales, los ciudadanos. Se considera que las personas mayores tienen el mismo derecho que el resto de personas a disfrutar de la calidad de vida que ha conseguido la sociedad en la que vive, y por lo tanto hay que sumar la actividad física a las numerosas reivindicaciones en defensa de este colectivo. El desconocimiento de las verdaderas posibilidades a nivel local, es muchas veces un obstáculo para determinar en qué medida se pueden poner en práctica las recomendaciones internacionales para la mejora de la salud de la población, que provocan su paralización y que en su conjunto determinarán cuál es la salud de cada país. Por eso hay que partir del análisis de cada realidad municipal y ayudar desde estamentos superiores a orientar y determinar cuales serán las mejores vías de promoción de la actividad física y disfrute del ocio activo en la tercera edad desde una perspectiva multidisciplinar.
    Palabras clave: Salud. Actividad física. Personas mayores.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 100 - Septiembre de 2006

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Introducción

    Entre los cambios sociales y demográficos de la sociedad actual, son plenamente satisfactorias las acciones dirigidas a que aquellas personas que han llegado a una edad avanzada puedan disfrutar de salud, siendo necesaria una política integral en materia de salud, sobre todo en prevención.

    Puesto que la salud es un estado dinámico que se consigue en función de las condiciones disponibles para disfrutar de la vida en todas sus dimensiones, y gracias a la capacidad de adaptación de cada persona a la realidad que le ha tocado vivir, en la que interaccionan individuos, familias, trabajo, cultura…, convirtiéndose en una tarea de corresponsabilidad personal y social, que requiere del conocimiento de uno mismo, de la disciplina, de las aptitudes, de las conductas, de la alimentación, de las actividades físicas, pero también de la disponibilidad de recursos, de las estrategias políticas, de las infraestructuras y de las propuestas sociales a favor de la salud.

    Con este planteamiento es necesario que los planes de actuación en salud gerontológica tengan un enfoque amplio, en los que también sea necesario contar con la aportación de la actividad física, que además de ser un derecho fundamental de todos, debe ofrecer oportunidades especiales a personas de edad, con el fin de hacer posible el desarrollo integral de su personalidad21.

    Debido a nuestra condición para desplazarnos y entrar en contacto con nuestro entorno, la actividad física se encuentra en todos los ámbitos de nuestra vida, que se puede utilizar de modo preventivo, para reducir el riesgo de aparición de diferentes patologías, de modo rehabilitador, considerándola como un fármaco que bien dosificado nos permitirá recuperar la función corporal perdida; u orientado al bienestar, contribuyendo al desarrollo social y personal, y de la calidad de vida. Este enfoque positivo para la salud lo comparte Gro Harlem Brundtland19, directora general de la OMS, que defiende "la actividad física como un remedio inmediato, seguro, confiable, gratuito, que funciona en ricos y pobres, en hombres y mujeres, en jóvenes y mayores, para algunos de los principales riesgos de la salud".


Análisis de la situación de la promoción de la salud y la actividad física

A nivel internacional

    Son muchos las iniciativas mundiales a favor de la salud que desde la última mitad del siglo XX se han originado. La OMS17 defiende que la salud es el proceso por el que se consigue un envejecimiento activo, capaz de optimizar las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez. Conforme las poblaciones envejecen y las condiciones de vida varían, aparecen también cambios en los patrones de enfermedades y conductas no saludables que suponen un coste socio-sanitario elevado y un lastre para el desarrollo de cualquier país, y en este sentido sería necesario una mayor atención a las políticas enfocadas a la promoción de la salud, a la prevención y al desarrollo comunitario, que además de ser baratas2,13,17, fomentan la toma de decisiones saludables en todas las etapas de la vida.

    Las actividades que realicen las personas mayores les ayudarán a conservar su autonomía, a evitar la enfermedad y mejorar la calidad de vida, permitiendo a su vez la participación plena en la vida de la comunidad. De lo contrario se les condiciona a la dependencia y a una imagen social negativa y equivocada, puesto que la mayoría de los ancianos de nuestro país se adaptan a los cambios de la edad y continúan siendo personas autónomas, capaces de mantenerse implicadas en actividades socialmente productivas y gratificantes, envejeciendo de manera activa a todos los niveles.

    Es preciso defender la integración de los mayores en la sociedad19,20, para que los mayores puedan seguir participando la mayor parte del tiempo posible en la sociedad y tener más servicios asequibles y apropiados a sus necesidades, siendo necesario promover las iniciativas que estimulen la actividad de los mayores en su entorno rural y urbano; así como el acceso a unos cuidados de salud y socio-sanitarios que garanticen la autonomía personal y la calidad de vida.

    En términos políticos el marco para el envejecimiento activo18 se apoya en tres pilares básicos:

  1. Mantenimiento de la salud e independencia, intentando que los factores de riesgo de enfermedades y el declive funcional sean bajos, para disfrutar más calidad de vida durante más años, y reducir los costes sanitarios.

  2. Contribución de los mayores a la sociedad mediante actividades remuneradas o no.

  3. Garantía de protección y dignidad de las personas mayores cuando no lo puedan realizar por sí mismas. Será imprescindible que las políticas sanitarias nacionales respalden a otros sectores y colaboren con ellos para desarrollar cambios positivos en los determinantes del envejecimiento activo y saludable.

    Para que la actividad física consiga un mayor reconocimiento a nivel internacional, nacional y local, se necesita involucrar a las administraciones públicas en la tarea fundamental de apoyo y difusión de información y normativas2,16 que faciliten la formulación de estrategias e intervenciones dirigidas a mantener o aumentar el nivel de actividad física y fomentar el envejecimiento activo; pero también es necesario que participen otros sectores2,16 como son la familia19, los medios de comunicación, las ONG's, los servicios socio-sanitarios, las universidades, las instituciones educativas, los centros residenciales, las empresas y las asociaciones. en la misma dirección la OMS19 ampara la necesidad de que las políticas sobre alimentación y actividad física se basen en principios multidisciplinarios, incluyendo a las familias y a las comunidades en las estrategias de promoción de la salud, según la Carta de Ottawa para el Fomento de la Salud14, e implicando a otros sectores de la sociedad.


A nivel europeo

    En Europa el envejecimiento se ha convertido en uno de los mayores desafíos de las próximas décadas, debido al margen de mejora de la calidad de vida de las personas de edad avanzada, sobre todo a través de la percepción de salud, servicios sociales, alimentación saludable e inversión en programas de ejercicio físico de bajo coste27. Si nos centramos en las generaciones de personas que están próximas o ya alcanzados los 50 años es igualmente imprescindible la implicación de las familias, de los amigos, del personal de asistencia y de los grupos locales para reforzar el logro de objetivos a través de la actividad física, utilizando a su vez el atractivo de los planes de ejercicio para incrementar la participación social27. Sin embargo a muchas personas mayores europeas les gustan los estilos de vida sedentarios1,7,30, factor que puede explicar que participen escasamente en los programas de ejercicio masivo6,11, poniendo en duda sus posibilidades y reforzando el compromiso con la promoción de la salud a través de la actividad física debe emprenderse en la infancia y perdurar a lo largo de toda la vida, aprovechando los beneficios que se consiguen con la práctica regular, que se pierden cuando se abandona.

    La futura Constitución Europea26 reconoce el derecho de las personas a llevar una vida independiente y a participar en la vida social y cultural y de acceder a la prevención y atención sanitaria; además la Unión Europea tendrá competencias para desarrollar acciones de apoyo, coordinación o complemento en la protección y mejora de la salud humana, así como acciones para prevenir las fuentes de peligro para la salud física y psíquica. Existen medidas europeas3 de finales del siglo XX que permiten a todos los ciudadanos europeos la posibilidad de practicar deporte con fines recreativos, de contribución a la salud o de mejora de resultados, y si fuese necesario, de medidas suplementarias que beneficien a los grupos desfavorecidos. Y para orientar las políticas nacionales en relación a la actividad física para personas mayores, la Unión Europea estableció unas Recomendaciones24 a los Estados Miembros en los que a raíz de la definición del objetivo de promoción físico-deportiva entre las personas de edad, se insta a cada país a analizar sus necesidades, al fomento del deporte entre las personas mayores, a elaborar un abanico de programas para mejorar la salud y las relaciones sociales, y a favorecer que los deportistas maduros sigan practicando deporte.

    En propuestas políticas más recientes la actividad física se recoge como determinante de la salud vinculada al modo de vida, dándosele prioridad para la creación de actividades a escala europea orientadas hacia cuestiones sanitarias25. En este sentido se pondrán a punto estrategias que permitan integrar mejor la promoción de la actividad física en futuras medidas de planificación y en la elaboración de las políticas, en las escuelas, en el trabajo, en los planes de urbanismo, y en el ocio. Además se reconoce la necesidad de un enfoque por grupos con diferentes necesidades, en donde las personas de edad avanzada, requieren acciones específicas de promoción de salud que se traduzcan en una vejez sana y activa.


A nivel nacional: España

    Aunque en la Constitución Española se proclama la voluntad nacional de asegurar a todos una digna calidad de vida, el derecho a la protección de la salud, el fomento de la educación sanitaria, la educación física, el deporte, y la adecuada utilización del ocio, para las personas mayores españolas siguen siendo la salud, el ocio y la soledad son las preocupaciones más generales9. Sin embargo los españoles tampoco ponen mucho de su parte, puesto que no existe una suficiente tendencia asociativa23 para hacer actividad física y deporte, que con el paso del tiempo va disminuyendo y desaparece prácticamente a partir de los 30 años, incrementándose la práctica deportiva por cuenta propia.

    Dentro del último plan de acción para personas mayores10 se contempla que se conjuguen las competencias nacionales con las autonómicas y locales para el diseño de una política social dirigida a las personas mayores, asumiendo la Administración Central el establecimiento de un marco de referencia. Dicho plan se ha planteado para conseguir una mejor calidad de vida y servicios para las personas mayores a través de diferentes estrategias y medidas, haciendo frente a la acentuación de la dependencia de los mayores, los cambios en las relaciones familiares, la deficitaria coordinación entre la sanidad y los servicios sociales, y el escaso aprovechamiento de la iniciativa social.


A nivel autonómico: Galicia

    Con una de las poblaciones más envejecidas de España, Galicia necesita poner en marcha ideas innovadoras e integrales en relación a la atención a las personas mayores. El Estatuto de Galicia8 reconoce como competencias autonómicas la promoción deportiva y la adecuada utilización del ocio, así como el desarrollo legislativo y la ejecución de la legislación básica del Estado en sanidad interior. Se consideran como documentos de referencia el Plan de Salud de Galicia 2002-200532, el Plan Gallego para Personas Mayores 2001-200631 y la Ley del Deporte Gallego12; en los que la actividad física como promotora de salud en las personas mayores se encuentra generalizada en todos ellos, pero a la vez sin una apuesta clara en ninguno. En el Plan de Salud de Galicia32 únicamente se reconoce la importancia de la práctica de ejercicio físico sin extenderse más allá. Por su parte en el Plan gallego para personas mayores 2001-200631 se considera prioritario articular medidas, servicios y programas que posibiliten a las personas mayores llevar una vida lo más independiente y activa posible. Se determina la necesidad de que los mayores aumenten el control sobre su salud y la mejoren a través de la prevención, del asociacionismo y la acción comunitaria, de la creación de ambientes favorables, del desarrollo de aptitudes personales a través de programas específicos y la reorientación de servicios con un enfoque multidisciplinar. Sin embargo no se le reconoce el protagonismo necesario a las actividades físicas dentro de los programas que se ponen en marcha. Por último, la Ley del Deporte Gallego pretende fomentar la actividad deportiva como hábito de salud, bienestar y correcta utilización del ocio, interpretando como actividad deportiva tanto al deporte de competición, el de participación y el de alto nivel, al mismo tiempo que las prácticas deportivas especiales, considerando como tales las realizadas por personas de edad. Sin embargo, determina que su principal elemento es la práctica deportiva, y no la actividad física; defiende fundamentalmente el deporte competición y en edad escolar; y no deja claros los mecanismos de promoción de la actividad deportiva en población adulta fuera del ámbito competitivo.


A nivel local: la realidad municipal

    La tendencia actual se enfocan a establecer un servicio deportivo municipal para atender las necesidades de los usuarios en cuanto a información técnica, asistencia sanitaria, formación física o competiciones, entre otras28. Esto es debido a una creciente demanda social y porque precisamente es en los municipios donde está el mayor protagonismo de las políticas que se dirigen a la difusión de la práctica de las actividades físicas, puesto que se trata de la administración pública más cercana al ciudadano y quien mejor conoce la realidad local.

    Cualquier ayuntamiento para la gestión de sus intereses y en al ámbito de sus competencias puede promover toda clase de actividades y prestar cuantos servicios públicos que contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal, además de ejercer competencias en los términos de la legislación estatal y autonómica en lo relacionado con actividades o instalaciones culturales y deportivas, y ocupación del tiempo libre. A su vez los municipios de más de 20.000 habitantes deberán contar obligatoriamente con instalaciones deportivas de uso público.

    Por otro lado la legislación deportiva autonómica12 establece que son competencias de los municipios: el fomento y la promoción del deporte, la utilización de las instalaciones existentes, la cooperación con entes públicos y privados, y el fomento y participación de las asociaciones; considerando que las diferentes administraciones podrán cooperar con los municipios a fin de asegurar la prestación integral y adecuada de los servicios de competencia municipal, coordinar los servicios deportivos, y prestar la asistencia y cooperación técnica, jurídica y económica que sea precisa. Sin embargo la carga de servicios que tienen que soportar los municipios supera en la mayoría de ocasiones la capacidad de los mismos para atenderlas adecuadamente. Falta financiación y recursos propios para atender a todas las demandas, por lo que se hace preciso encontrar fórmulas para dar más con lo que se tiene.


Investigación y formación

    Desde la OMS16 se menciona la falta de estudios sobre el fomento de actividad física en personas mayores, fundamentalmente de aquellas intervenciones que reflejen las diferentes dimensiones especificadas en las normativas que promulgan. La ONU21 acordaba favorecer a la investigación en materia de educación física y deporte, en la medida que contribuía al progreso en todas sus formas de fomento de la salud y seguridad de los participantes. Se destaca la importancia de desarrollar medidas y estructuras adecuadas que permitan la investigación sobre la actividad física y el deporte a nivel local, nacional e internacional, así como el intercambio de resultados3,16.

    Sería oportuno fomentar la investigación en el campo de la prevención, el desarrollo de la independencia y la autonomía de las personas de edad avanzada en el marco de sus actividades, entre las que se encuentra el ejercicio físico y el deporte2,24. Para ello es interesante resaltar la apuesta que el Plan Nacional de Personas Mayores intenta realizar para que la investigación gerontológica interdisciplinar rentabilice los esfuerzos realizados desde las administraciones públicas, universidades y profesionales, dando a conocer las programaciones y los productos de las mismas desde una óptica integradora10.

    Son varios organismos nacionales e internacionales los que consideran precisa la formación de los profesionales de salud para aumentar la eficacia de los programas de ejercicio físico para mayores, minimizando los riesgos derivados de una prescripción inadecuada27, además de señalar la necesidad de que todos aquellos que trabajen en la promoción de la salud posean una excelente formación en este campo25, implicando por supuesto a los profesionales de la actividad física gerontológica.


Conclusiones

    Es cada día más inevitable que cada entidad promotora local de actividad física para personas mayores, clubs, gimnasios, asociaciones, ayuntamientos, etc., desarrollen sus iniciativas respondiendo adecuadamente a las necesidades reales de aquellos ancianos que estén más próximos, basándose en los estudios recientes y logrando una sinergia entre los recursos existentes.

    En cada municipio los diferentes servicios sanitarios, sociales y deportivos son los más interesados en que sus vecinos realizasen algún tipo de actividad física, como promoción eficaz de la salud, la independencia y la participación social activa, con un coste económico bajo. Para ello necesitan instrumentos que permitan conocer las necesidades y posibilidades de cada localidad, poner en contacto a la población y a las diferentes entidades, y desarrollar fórmulas eficaces de promoción y gestión de actividades físicas gerontológicas.

    La actividad física gerontológica requiere de un diálogo abierto a toda la sociedad puesto que puede convertirse en un canalizador para conseguir una adecuada calidad de vida. Sería necesario:

  1. Crear equipos multidisciplinares de investigación en salud y actividad física gerontológica

  2. Desarrollar fórmulas de colaboración entre administraciones y entidades privadas en el fomento de la actividad física y deportiva en personas mayores

  3. Facilitar la información necesaria para que se conozcan las fórmulas de colaboración entre todos los sectores sociales interesados en el fomento de la actividad física y deportiva para la salud.

  4. Desarrollar programas-piloto de promoción local de actividad física gerontológica en diferentes municipios gallegos que sirvan para el establecimiento de mecanismos eficaces de gestión y coordinación de este tipo de actividades entre las diferentes entidades interesadas y la población.

  5. Poner en marcha asociaciones deportivas de personas mayores que les permitan gestionar y participar en actividades físicas y deportivas según sus intereses

  6. Cualificar a profesionales que se encarguen de desarrollar, supervisar y ejecutar actividades físicas para personas mayores, y fomentar los conocimientos básicos necesarios para practicar actividad física saludable entre la población anciana.


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