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El deporte en la escuela. Los límites de la recontextualización
Angela Aisenstein, Nancy Ganz y Jaime Perczyk

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 30 - Febrero de 2001

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     Los datos que se presentan a continuación combinan la variable espacio/tipo de instalación, con los diferentes deportes que se desarrollan en ellos.

Tabla 4. Promedio de m2 por deporte y relación m2 por alumnos
Deporte
Promedio m2
Promedio m2/alumno *
Básquet
695,7 m2
61,2 m2
Fútbol
706,3 m2
38,92 m2
Handball
635 m2
41,2 m2
Voleibol
515,7 m2
31,1 m2

     * Calculado en base a un promedio general de 18,55 alumnos por clase ( que corresponde a 21,82 alumnos/clase para escuela privada y 15,56 alumnos/clase para escuela pública)

     A los efectos de interpretar la tabla anterior, es decir de sopesar el efecto de la oferta de espacios disponible sobre la posibilidad de práctica del deporte escolar, presentaremos la relación m2 por deporte y por jugador según lo prescribe la norma vigente para cada uno de ellos.

Tabla 5. Superficie del campo de juego según reglamento y relación con Nº jugadores
Deporte
m2 *
Jugador/m2 #
Basquetbol
364 m2
36,4 m2
Fútbol de salón
800 m2
 
Handball
800 m2
57,14 m2
Voleibol
162 m2
13,50 m2

     *A estos datos hay que sumarles el espacio libre a cada lado de la cancha.
     # Se calcula en función del número de jugadores que marca el reglamento para cada deporte en la categoría adulto/juvenil. A este número deben incluirse los jugadores suplentes.

     Como puede verse la relación entre espacios del deporte escolar y el espacio normado para el deporte institucionalizado es dispar. En algunos casos las dimensiones con que cuenta la escuela son mayores que las requeridas, en otro como en el caso de las prescritas para el handball son menores.

     Llegado a este punto podría preguntarse si el criterio para juzgar el espacio físico escolar asignado al deporte es la medida de la cancha oficial del deporte federado. Aldo Barbieri (1992) presenta los criterios sobre dimensiones en m2/alumno para instalaciones deportivas escolares en 6 países.

Tabla 6. Dimensiones deportivas escolares, superficie por alumno
País
Dimensiones m2/alumno
Suiza
De 6 a 15 m2
Rusia
De 0.5 a 2 m2
Alemania
8,3 m2
Checoslovaquia
9 a 20 m2
Austria
18 a 22 m2
Venezuela
0.45 a 1.8 m2

     De la tabla anterior puede inferirse cierto desconcierto o falta de unanimidad en lo que respecta a las normas para la construcción de espacios deportivos escolares. Posiblemente el establecimiento de una pauta cierta, para establecer la superficie necesaria, deba poner en consideración varias cuestiones tales como:

  1. Respecto del/los deporte que la escuela selecciona: cantidad de jugadores que participan durante el juego (los que entran a la cancha y los suplentes)

  2. Cantidad de alumnos de la escuela en cuestión

  3. Cantidad de grupos

  4. Cantidad de clases por semana por grupo

  5. De 3 y 4 puede calcularse cuántos alumnos han de tener que circular por el espacio que se diseñe.

  6. Clima de la región, a los efectos de determinar la relación superficie cubierta/superficie exterior, para componer la superficie deportiva total de la escuela.7

     Un dato a nuestro juicio relevante a la hora de pensar prospectivamente cómo ha de evolucionar este componente de la estructura escolar en Argentina, en lo que se refiere al deporte, surge de los Criterios y Normativa Básica de Arquitectura Escolar. Ministerio de Cultura y Educación (s/f)

     Según aparece en los objetivos, ese documento es un estudio que “...ha sido realizado con el fin de ofrecer los elementos técnicos básicos para introducir el tema del espacio y su equipamiento en el proceso de instrumentación de la Ley Federal de Educación” (p.1). Supone como destinatarios del mismo docentes, administradores de la educación, planificadores y responsables de la política educativa.

     Con extrema claridad, se explicita en el texto, que “el edificio escolar constituye el recurso físico básico de actividades educativas. Su concepción determina y compromete el proceso de enseñanza y aprendizaje, siendo a su vez parte del mismo, en términos de espacios facilitadores de las actividades.” (p. 4)

     A continuación determina las áreas que componen el edificio escolar son tres: 1) pedagógica; 2) de gestión, administración, apoyo y extensión; 3) de servicios, complementaria y eventuales. Y desagrega dentro de las áreas pedagógicas los siguientes ámbitos:

Aula
Laboratorio de Ciencias
Taller de tecnología Básica
Taller de Plástica
Taller de Actividades Artísticas Múltiples
Sala de Música y Expresión Corporal
Centro de recursos pedagógicos
Centro de Producción de medios
Sala de Informática
Educación Física
Sala de Usos Múltiples

     La lista anterior enumera los diferentes ámbitos o ambientes haciendo referencia a la actividad que en ellos se desarrolla. Sin embargo no se nombra el ambiente alguno para la Educación Física. De hecho, al momento de concretar dimensiones y especificaciones para cada uno de esos espacios, se ubica a la Educación Física en la Sala de Usos Múltiples. Es decir pierde su lugar específico y el asignado no garantiza necesariamente un terreno para el deporte. Transcribimos a continuación los párrafos aludidos.

     “El espacio para la educación física puede ser utilizado para otros fines, a fin de lograr una máxima utilización de los espacios disponibles. Según el tamaño del establecimiento, el taller de actividades artísticas múltiples puede ser, dadas sus características, compartido con las actividades de gimnasia. En otros casos, la sala de usos múltiples general puede cumplir esta función, siempre que se resuelvan los problemas de ruidos y horarios de uso.
     En establecimientos medianos y grandes y en la medida que la sala de usos múltiples general lo justifique, las dimensiones asignadas a esta actividad deberían posibilitar el funcionamiento de una cancha de voleibol y eventualmente de basquet, en cuyo caso la altura de este espacio deberá ser compatible con este uso.”8 (p. 10)

En el mismo documento se estipulan dimensiones para cada uno de las salas y talleres. Para la Sala de Actividades Artísticas Múltiples se tipifica, para EGB3 y Polimodal, 1.90 m2/alumno y para la Sala de Usos Múltiples 1m2/alumno. Puestos en relación con los datos de la tabla 6 la norma argentina tiene coincidencia con la de Rusia (0,5 a 2 m2) y Venezuela (0,45 a 1,8 m2), es decir con las que prevén dimensiones menores.

     Además de lo anterior se desprende que el deporte escolar sólo tendrá un espacio físico eventual siempre y cuando logre justificar su necesidad.


Las asignaturas escolares
     Una vez completado el proceso de disciplinarización de los saberes vinculados al cuerpo con la consiguiente definición de una asignatura específica para la educación corporal (Aisenstein y Gvirtz, 1999)9, la asignatura que se conoce hoy como Educación Física, adoptó diversas y sucesivas denominaciones. Estas no han sido meros cambios nominativos. El análisis de los contenidos incluidos en los programas de cada uno de los planes10 de estudio revisados señala cambios epistemológicos, diversas concepciones pedagógicas, diferentes funciones asignadas a este ramo escolar.11

     Con respecto al deporte como contenido escolar, los documentos históricos analizados permiten señalar dos momentos a lo largo del período estudiado:

  1. 1884-1940: en que tanto la escuela primaria como en la secundaria el contenido central estaba conformado por el sistema de Educación Física, diseñado por el Dr. Romero Brest. Se componía de los siguientes contenidos: Gimnasia metodizada, juegos libres, rondas con canto y excursiones.

  2. 1940- 1961 (y hasta la actualidad): especialmente para escuela media aparecen los deportes con un importante porcentaje de la carga horaria de la asignatura Educación Física.


El proceso de recontextualización en el período 1880-1940. La ejercitación física
     En este período, los sucesivos programas de Gimnasia, Ejercicios físicos y Educación Físicas no parecen incluir al deporte ya que los contenidos seleccionados son ejercicios y juegos. Sin embargo cuando se clasifican esos ejercicios y juegos, para su organización en la enseñanza, aparecen nombrados algunos deportes modernos: foot-ball, lawn tennis, atletismo, pelota vasca, pelota al cesto. El hecho que figuren sus nombres no significa que denoten el mismo objeto de la realidad o que tengan la misma connotación. En el programa de Ejercicios Físicos, correspondiente al Plan de estudios para Colegios Nacionales (1902) puede leerse:

“I.- Juegos al aire libre
A) Juegos en que predomina la carrera:
a) Para varones: el football, el rescate, la mancha, tomar prisioneros, el fusilado, la bandera, la guerra, steeple chase12; cricket, etc.
b) Para Mujeres: el rescate, la mancha, el aro, el fusilado, etc.(....)
B) Juegos mixtos (con intervención de los brazos):
a) Para varones: pelota sueca, pelota de cancha, pelota al cesto, pelota voladora, etc.
b) Para mujeres: pelota sueca, lawn-tennis, croquet, volante.” (p: 56)

     Como se desprende de la cita, en este programa algunos deportes conocidos comparten con otros juegos tradicionales la categoría de juegos al aire libre. Éstos, a su vez se clasifican según “el mecanismo del trabajo” o las masas musculares involucradas (R. Brest, 1915). Aquí aparece evidencia de la operación que realiza el texto curricular en tanto texto pedagógico: cualquier actividad de la cultura física puede entrar al programa si se adecua al criterio con que se diseña la disciplina, que en este caso es la ejercitación física. Tal como lo indica el Dr. Romero Brest en su libro Pedagogía de la Educación Física (1915):

     “La selección de los ejercicios deberá hacerse, como es racional, con un criterio absolutamente fisiológico e higiénico (...) Hay que considerar a los ejercicios como agentes modificadores de las funciones, como medios y no como fines de la educación física. En consecuencia, son sus condiciones fisiológicas y sus aptitudes de aplicación, las que han de resolver su valor y su razón de ser en un sistema racional.” (p: 98)

     Así es que en el Programa del Plan de estudios para Colegios Nacionales de 1903 el patinaje, el lawn-tennis, pelota vasca, tiro del disco, tiro del martillo aparecen nombrados como juegos y clasificados según ejerciten el equilibrio o el tronco. Con el mismo criterio y dentro de los ejercicios sofocantes se incluyen las carreras de velocidad hasta 100 metros, 110 metros con vallas, resistencia hasta 1000 metros; lucha romana, y bajo juegos en que predomina la carrera: football junto a la mancha, el rescate el desafío y demás juegos infantiles tradicionales.

     El discurso pedagógico homologa bajo el concepto ejercicio a las diversas expresiones de la actividad física sistemática. Respecto del deporte, ese mismo proceso, excluye del texto curricular las características y elementos definitorios del deporte moderno:

     “Se llaman así ejercicios suaves, aquellos que no determinan en el sujeto, ni fatiga, ni sofocación, como serían: la marcha lenta y corta, una partida de croquet o de billar, etc. Ejercicios fatigosos los que provocan fatiga muscular, como la marcha sostenida, los ejercicios gimnásticos de pesos, los trabajos agrícolas, etc. Ejercicios sofocantes, los que producen sofocación, como la carrera, los juegos de carrera, los saltos repetidos, los sports en general” (R. Brest, op. cit. p:114/5)

     Al considerarlos como juegos que ejercitan o ejercicios en sí mismos, se pierden aquellos elementos que lo definen como deporte (especialización, cuantificación, burocratización, obsesión por los récords, etc.). Tampoco parecen importar las tensiones propias de la dinámica de los juegos deportivos, producto de las polaridades señaladas anteriormente. A partir de los documentos citados hasta ahora casi podría afirmarse que (más allá de cierta inclusión nominal) no hay deporte, en la acepción moderna del mismo, en la escuela.13

     Esta operación puede leerse en distintas fuentes. A modo de ejemplo, se cita un fragmento del programa analítico para las escuelas particulares, preparado por el Inspector Técnico general de escuelas particulares, Bismarck Lagos en 1909, en el cual se prescribe para el cuarto grado:

     “Ejercicios físicos- Posiciones y aptitudes gimnásticas- ejercicios gimnásticos de suspensión, de equilibrio y del tronco, graduados y metodizados, sin aparatos.
     Juegos de sofocación, de carreras, de saltos y mixtos, sencillos y sin carácter sportivo14. (... ) (p: 339)

     Uno de los motivos de tal operación puede hallarse en las inquietudes que generaban dentro del sistema educativo las noticias sobre los accidentes que ocurrían en los partidos de “foot-ball”, deporte que se hacían cada vez más popular entre los jóvenes. El elemento desencadenante de tales inconvenientes parecía ser la competencia. A ella se le atribuían a veces valores positivos para la formación del carácter, pero la mayoría de las veces se la cuestionaba por su violencia, por generar sentimientos de antagonismo y por promover intereses en conflicto con lo educativo.

     Pero ésto último no debe ser entendido como la ausencia total del deporte moderno entre los estudiantes ya que desde 1923 existía una Liga Atlética Intercolegial, creada por iniciativa del Club Universitario de Buenos Aires, y en la cual competían deportivamente varias de las más antiguas escuelas medias de Buenos Aires.

     En el informe de la Liga, de 1926, puede leerse que la preocupación por los efectos formativos o educativos del deporte no sólo estaba presente en los redactores de los programas escolares. Los organizadores de los torneos de la Liga también se esforzaban por dar respuestas pedagógicas a los problemas “antideportivos”. Los modos de resolver las dificultades vinculadas a la competencia deportiva intercolegial también son también indicios de una operación sobre el deporte. A continuación se cita una de esas modalidades:

     “A tal fin se ha pensado modificar el actual sistema en que se realiza el campeonato para adoptar por la asociación A.A. de Foot-ball (sic) en el campeonato argentino, es decir, por eliminación. En esta forma, todos los inconvenientes de canchas, referees y disciplina consiguiente quedan completamente subsanados, dado el escaso número de partidos que habría que disputar.
     La Liga no debe tardar en adoptar una medida como la propuesta, pues el prestigio de su organización y la alta finalidad que persigue de fomentar el deporte como medio de perfeccionamiento físico y de vinculación entre los estudiantes que cursan los estudios secundarios corre el grave riesgo de perderse en un caso y desviarse totalmente en el otro, convirtiendo lo que debe ser un factor de bien y de solidaridad estudiantil15 , (en) el medio más rápido de crear divisiones antagónicas y rencillas odiosas impropias de la calidad de alumnos y de sportsmen.”(p:15)

     De la cita se desprende que la manera de conciliar la presencia del deporte “más popular” fue disminuir la competencia, es decir limitar cuantitativamente las oportunidades de que se manifiesten las tensiones propias de las polaridades que caracterizan al deporte. (Elías y Dunning, 1992).


El discurso curricular: el deporte en los programas para escuela media 1941- 196116
     A partir de 1941 se advierte una discontinuidad en el curriculum de Educación Física. Sin excluir la gimnasia y los juegos colectivos, el programa de Educación Física para escuelas secundarias, preparado por la Dirección General de Educación Física y aprobado por el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, incluye deportes tales como: volleyball, basquetbol, balón, fútbol, rugby, baseball escolar ( soft-ball), pelota al cesto ( para mujeres) y atletismo.

     No es la inclusión nominal de estas manifestaciones deportivas lo que señala la ruptura con el período anterior sino el contexto en que se dan estos cambios curriculares y la perspectiva desde la cual se enfoca el deporte a partir de entonces.17

     Desde la década de 1930 tanto el Sistema argentino como la formación de los profesores y el mismo Romero Brest son cuestionados. (Aisenstein, 1999). La creación de la Dirección General de Educación Física, dependiente directamente del Ministerio de Justicia e Instrucción, y no de las Direcciones que administraban cada nivel de sistema educativo, es un dato para entender esta discontinuidad. A nivel curricular se manifiesta en nuevos programas que revelan otra correlación de fuerzas en el campo (Bourdieu, 1990) de la cultura física.18

     La presencia del deporte en este programa se evidencia desde el tiempo asignado (entre 1/3 y 2/3 de la clase total) hasta la organización de la enseñanza. Todos los ciclos que componen la escuela media tienen previstos a lo largo del año (y según los diferentes deportes, incluyendo atletismo) momentos para adiestramiento, juego y competencia. Es más, en el programa analítico de las clases de cada bimestre se prevé clases enteras dedicadas a la competencia.

     “Los juegos y los deportes tienen en este programa fundamental importancia. Sólo una comprensión adecuada del sentido que entraña tal valorización posibilitará la actuación correcta del profesor. La inclusión de los deportes en el programa escolar se explica por la necesidad de efectuar actividades naturales, de interés para los alumnos, y tiene su justificación en los valores educativos que encierran, según se expresa a continuación: a) desenvolvimiento del gusto innato por la actividad; b) sentimiento de la propia fuerza y capacidad; c) ocasión para satisfacer el deseo natural de emoción, conciencia de la responsabilidad y respeto al prójimo, en la observancia de los reglamentos; e) creación de espíritu de solidaridad y abnegación; formación del carácter.” (p: 59)

     En los fundamentos con que el Director General de Educación Física19 acompaña el cambio curricular pueden leerse tanto los elementos de ruptura como el nuevo formato que irá adquiriendo del discurso pedagógico en la Educación Física:

     “No se trata de, entonces, de impartir clases complicadas y rígidas- generalmente monótonas -, tendientes a buscar una gran atención y corrección de movimientos so pretexto de una educación neuro-muscular perfecta, ni de radicar la enseñanza en fuertes voces de mando que, una vez ausentes, demuestren cuán artificial es una disciplina basada solamente en ellas, ni tampoco de actividades puramente deportivas efectuadas sin enseñanza previa ni control. Debe confeccionarse un programa variado y atrayente que, consultando las posibilidades de su ejecución y las necesidades y deseos propios de la edad, produzca los efectos fisiológicos y educativos buscados, o sea la exaltación de la personalidad del joven en sus aspectos físico y moral. “ (p: 6)

     No sólo aparece legitimada la competencia en la escuela sino que está diferenciada del juego. En cada clase a lo largo del año, los alumnos se adiestran y juegan un deporte diferente por bimestre. Pero además en cada bimestre está planificado un espacio para las competencias internas como mínimo (sic).


La recontextualización del deporte hoy

a. El deporte en el discurso legal y pedagógico actual
     Actualmente la inclusión del deporte en la escuela está legitimada por la normativa. En el Cap. 1 de la Ley Federal 24195/93, al referirse a la política educativa, el texto legal señala que:

     “Art.5 - El estado nacional ha de fijar los lineamientos de la política educativa respetando los siguientes derechos, principios y criterios: (...) II) El fomento de las actividades físicas y deportivas para posibilitar el desarrollo armónico e integral de las personas (...)”


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