Tesis Doctoral: Observación y Análisis de la acción de juego en fútbol.
Dr. Julen Castellano Paulis

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 22 - Junio 2000

3 / 7

Capítulo 6º

    A continuación del análisis de los datos hemos establecido la primera de las discusiones de la tesis, recogida en el sexto de los capítulos. En él se interpretan los resultados obtenidos en uno y otro análisis, lo que permite confirmar las hipótesis que planteábamos al inicio de la primera de las investigaciones. En las siguientes tablas se recogen un resumen de las transiciones (patrones de conducta) y relaciones (mapas conductuales) obtenidos.

TRANSICIONES

Longitud

Uso del espacio

10

4

Conductas estratégicas

10

3

Conductas estratégicas en el espacio

24

3

Contextos de interacción

16

3

Contextos de interacción en el espacio

25

2

Conductas estratégicas en los contextos de interacción

28

2

Conductas estratégicas en los contextos de interacción y en el espacio

41

2

Tabla1. Resumen de los patrones obtenidos, tomando las diferentes categorías
como conductas criterio, mediante el análisis secuencial.

RELACIONES Categoría focal

#¿NOMBRE?

#¿NOMBRE?

#¿NOMBRE?

#¿NOMBRE?

RMC

11

2

4

3

2

RAC

14

2

4

6

2

ERC

14

3

3

4

4

MRC

12

3

2

4

3

MMC

12

2

3

3

4

MAC

11

2

3

5

1

ARC

14

4

1

3

6

AMC

7

2

2

0

3

Tabla 2. Resumen de las relaciones obtenidas entre las distintas categorías del sistema
taxonómico mediante el análisis de coordenadas polares.

    Los análisis de transiciones y relaciones vienen a confirmar el conjunto de las hipótesis de origen: Existen flujos de conducta estables desarrollados por los equipos en interacción que surgen con mayores probabilidades que las determinadas por el azar: con relación al uso del espacio, a las conductas estratégicas, a los contextos de interacción y a la combinación entre ellos.

    Las transiciones entre los espacios utilizados por los equipos muestran una progresión lógica en el eje longitudinal, desde la portería que se defiende hacia la portería que se ataca (concepto de ‘espacio orientado’). A pesar de esto, el uso del espacio realizado por los equipos no guarda siempre esta progresión lógica que lo dirige hacia la portería rival. En muchas ocasiones este avance se ve detenido e incluso retrasada en una perspectiva diacrónica. Las transiciones son además, contiguas, es decir, se pasa de un espacio hacia el inmediatamente siguiente o anterior. Como es lógico suponer cuando las zonas son consideradas como conductas criterio, a medida que éstas se aproximan al área rival más probabilidades se tiene de llegar hasta la portería rival. Cabe destacar también que a medida que la zona de campo, considerada como conducta focal, se acerca a la rival la perspectiva retrospectiva se hace menos definida, contemplando mayores bifurcaciones, mientras que la prospectiva va quedando cada vez más delimitada.

    Con relación a las transiciones encontradas entre las diferentes conductas estratégicas llevados a cabo por los equipos, los resultados obtenidos resultan obvios. La misma cadena de conductas estratégicas se mantiene, a grandes rasgos, constante durante el juego: Una vez que el equipo ha recuperado el balón, éste mantiene la posesión de balón, para más tarde perderlo o incurrir en una interrupción reglamentaria. Una vez perdida, el equipo adversario mantiene la posesión del balón para dar paso de nuevo a la recuperación del balón, iniciándose el ciclo.

    Ubicadas las conductas estratégicas en el espacio, los resultados de los análisis muestran que las recuperaciones tienen mayores probabilidades de que finalicen más cerca de la portería rival a medida de que éstas son conseguidas más lejos de la portería que se defiende. Con relación a las interrupciones reglamentarias observamos como a medida que éstas son puestas en juego más cerca de la portería rival las probabilidades de que aparezca interceptación llevada a cabo por el equipo adversario se hacen cada vez más elevadas.

    Sobre los contextos de interacción observamos unas transiciones altamente significativas para el juego. Los contextos de interacción con tendencia ofensiva van a tener una mayor probabilidad de transición hacia contextos más ofensivos (AR y MR). Lo contrario que ocurre con los contextos de tendencia defensiva, que favorecen la activación de contextos defensivos (RA y MA).

    Ubicados los contextos de interacción en el espacio de juego, los resultados son bastante similares a lo dicho anteriormente, aún así, podemos afirmar que la transición entre contextos está condicionada también por su ubicación en el espacio. Ciertos contextos de interacción a pesar de su valor ofensivo o defensivo ‘teórico’ dejan de tener transiciones excitatorias hacia otros contextos ofensivos o defensivos debido a que se dan en un espacio del terreno de juego que se encuentra alejado o cercano de la portería adversaria.

    El análisis secuencial de las conductas desarrolladas por los equipos con relación a los contextos de interacción donde estos tienen lugar, viene a configurar patrones que siguen la línea de lo comentado hasta ahora. Las transiciones entre las categorías tienen el concepto de ‘proximidad’, sea espacial o sea situacional. Las conductas que se encuentran dentro del mismo recuadro tienen un mayor grado de activación entre sí, este grado de excitación existe pero disminuye entre los cuadros contiguos, en una y otra dirección.

    Un aspecto interesante que hemos encontrado es que, categorías con mismos contextos de interacción tienen mayores probabilidades de transición o progresión hacia contextos de interacción más ofensivos, cuando la conducta estratégica que llevan implícita es la de recuperación del balón más que la de continuación en la posesión.

    El análisis secuencial de las conductas estratégicas desarrolladas en función de los contextos de interacción y con relación al espacio del terreno de juego donde estos tienen lugar, viene a corroborar ciertos aspectos que hemos ido comentando a lo largo de esta discusión. Las transiciones entre las categorías tienen el concepto de ‘proximidad’, sea espacial o sea situacional. A medida que estos se acercan a la portería rival, mayores probabilidades para que la ocurrencia de categorías tenga un componente más ofensivo.


Capítulo 7º

    Como complemento a la primera hemos propuesto una segunda investigación orientada a estimar la interacción surgida entre los miembros de un equipo dentro del contexto donde resulta relevante: La acción de juego en fútbol. La sociometría de Moreno (1934), el sistema de observación conductual SOC-IS propuesto por Santoyo y Espinosa (1987 y 1988), estructuras formales y afectivas relacionadas con aspectos de la cohesión dentro del equipo presentado por Chappuis y Thomas (1988) y los estudios de sociogramas de Hernández Mendo y cols (1999) son nuestro punto de referencia en la determinación de las redes sociales. Superando las limitaciones de la técnica de nominación utilizada en la Sociometría Tradicional, pretendemos desvelar la existencia de alguna red grupal y sus características, evaluadas las relaciones de comunicación motriz directa (Parlebas, 1981) tomadas del propio escenario de conducta donde se producen. Esto lo haremos teniendo en cuenta las conductas de emisión y recepción del balón realizadas por los jugadores dentro de la competición.

    La investigación propuesta incluye una única hipótesis: Creemos que puede haber probabilidades de que las relaciones de interacción colaborativa puedan llegar a formar itinerarios conductuales estables y propios para cada equipo, que no se ajusten, además, única y exclusivamente, a razones puramente estratégicas o de ocupación espacial empleadas por los equipos.

    Respecto al diseño observacional vamos a mantener las mismas directrices que seguimos para el primero de los estudios: Lo situamos en el cuadrante IV (Anguera, 1997b). Según las dimensiones implicadas en el diseño, respecto a la pluralidad de unidades combinará diferentes sujetos y diferentes niveles de respuesta, manteniendo una relación de interdependencia entre los sujetos, y con un carácter de seguimiento intensivo.


Capítulo 8º

    En el octavo de los capítulos se desarrolla el proceso de elaboración de la herramienta observacional que ha sido confeccionado para la segunda de las investigaciones. Se incluye en este capítulo, una breve conceptualización teórica sobre la elección de la unidad de observación, así como la configuración de los formatos de campo y sistemas de categorías seleccionados.

    Los formatos de campo, que configuran este nuevo sistema taxonómico, están constituidos por cuatro criterios: forma de inicio de la posesión, jugador que interviene, zona del campo donde interviene y resultado final de la posesión.


Capítulo 9º

    El análisis de la calidad del dato fue realizado a partir de la concordancia consensuada, dentro de la perspectiva cualitativa presentada por Anguera (1990), manteniendo los mismos criterios de inoservabilidad y constancia inter-intra sesional seguidos en la investigación anterior.

    Los sujetos escogidos se corresponden a los jugadores que intervinieron en las selecciones de Francia y Holanda. Cerca de 2000 transmisiones.


Capítulo 10º

    El contenido del capítulo décimo recoge el análisis de los datos. Los análisis de este segundo estudio incluyen la confección de mapas sociocéntricos y socioconductales. Además, hemos aportado una serie de indicadores sociométricos grupales para la caracterización de la estructura de relación engendrada en los equipos.

    Los mapas sociocéntricos son representaciones de las preferencias socioconductuales que los jugadores tienen con el resto de sus compañeros.

    Se proponen dos tipos:

  1. Mapa sociocéntrico de emisiones, que constituye la representación de los agentes sociales a quienes elige con mayor frecuencia el sujeto focal.

  2. Mapa sociocéntrico de recepciones, constituye la representación del “valor” de sujeto focal como estímulo social o de la frecuencia con la cual el sujeto es elegido por sus compañeros. Son representados en un diagrama en forma de diana.

    
Gráfico 4. Representación del mapa sociocéntrico
del jugador número 8 francés (Desailly)
en su partido disputado contra Brasil.

        
Gráfico 5. Mapa socioconductual de frecuencias de Francia en su
partido disputado contra Brasil.

    
Gráfico 6. Mapa socioconductual de secuencias de Francia en su partido disputado contra Brasil.


Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 5 · Nº 22   sigue Ü