FORMACION Y ROL PROFESIONAL...
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ANALISIS
En general, los que orientan su trabajo en el sistema educativo, especialmente en niveles inicial y primario, parecen estar conformes con la carrera. El resto plantea disconformismo con su formación. Las quejas parecen orientadas hacia el modelo: mucha información, poca profundidad. Este modelo aparece luego en el trabajo en las escuelas: enseñar un poco de cada cosa pero en forma incipiente, dar "vistazos" de la realidad. Entre las mujeres aumenta el porcentaje que considera que es más importante mantener un buen vínculo socioafectivo que llevar a cabo objetivos específicos.

Existe una cantidad bastante significativa de estudiantes que valoran negativamente a sus profesores en el profesorado. En general, la valoración negativa prevalece sobre la positiva.

Es significativo un dato que los profesores en actividad consideran acerca de la realidad educativa en la cual deben intervenir: el equipamiento en las escuelas, considerando materiales más infraestructura es bastante deficitario. Solo 1 de cada 10 profesores no tiene dificultad en este sentido. Y lo que es más grave 2 de cada 5 tiene dificultades tanto de material como de infraestructura, lo que significa que la mayoría de las Escuelas no disponen de las mínimas condiciones, según el profesor, para llevar adelante la tarea.

Frente a esto, los profesores de Educación Física parecen potenciar el problema: sólo 1 de cada 5 profesores realiza algún tipo de capacitación significativa luego de terminar la carrera.

Existe una proporción bastante importante de profesores en actividad que consideran que su formación no fue buena, cifra que aumenta entre los profesores que trabajan en el conurbano bonaerense, en sectores más marginales. Entre estos aumenta la proporción que califica a la formación como "irreal". La hipótesis que se puede derivar de estos datos es que a mayor marginalidad, el nivel de lo aportado disminuye en razón de no disponer herramientas que le permitan sostener un trabajo profesional y llevar a cabo los objetivos en una situación adversa, de incertidumbre o que tiene muy poco que ver con las condiciones de su formación.

Bastante significativa es la cifra de profesores que consideran que su formación es "habilitante" (casi la cuarta parte). La gran mayoría son personas que ya daban clases antes de recibirse, incluso dentro del Sistema Educativo (ex-jugadores). Esto refuerza la idea que se plantea en las conclusiones en cuanto a que las instituciones formadoras no son vistan como dadoras de conocimientos que permitan transformar la realidad social y personal.

CRITICAS Y CONCLUSIONES
La formación del profesorado de Educación Física parece poner énfasis en cuestiones generales y no se producen conocimientos que profundicen en el campo específico.

Esta generalización y naturalización de conceptos provoca que el profesor en la escuela no aborde contenidos con conocimientos fundados. Una gran cantidad de profesores orientan su tarea cotidiana esencialmente hacia un modelo más asistencial que pedagógico. Algunos sostienen incluso que los aprendizajes, en definitiva, dependen de las condiciones naturales de los aprendices.

Colocar el vínculo socioafectivo -condición necesaria, pero no suficiente- por sobre la tarea específica intenta cubrir el vacío de conocimientos que posee el propio docente acerca de los cambios que en algunos casos -intuitiva y empíricamente- produce en los alumnos.

Los efectos que provoca este abandono es que lo espacios de trabajo son ocupados por "idóneos" o ex-jugadores, incluso dentro del mismo Sistema Educativo.

No se realizan estudios en nuestro país que permitan sistematizar procesos de enseñanza-aprendizaje que durante mucho tiempo se producían en forma asistemática.

La Escuela aparece hoy como dadora de servicios, existen demandas muy fuertes tanto en ámbitos estatales como privados, de contenidos novedosos.

Educación Física no es la única posibilidad curricular fuera de las área que hoy sobrevalora la Escuela: lengua, matemática, ciencias naturales y ciencias sociales. Por ejemplo, existe una pérdida real de horas en el área de Educación Física producto de la aparición de las computadoras en las escuelas.

Las nuevas materias no aparecen como agregados, no se suman, sino que surgen como reemplazo de otras.

No es lo mismo formar a un Profesor de Educación Física que ni bien se recibe se inscribe en algún Distrito Escolar y al poco tiempo lo llaman para tomar unas horas, con lo cual el trabajo está dado, al hecho de tener que construir el espacio de trabajo. Se trata entonces no sólo de aprender algunos procedimientos y saberes para aprobar cierta cantidad de materias hasta la acreditación sino además saber utilizarlos estratégicamente y ofrecerlos con nivel académico. Esto supone fundamentar una práctica, tarea que si no se produce y genera intervenciones poco serias y anodinas. Además significa profundizar el campo de conocimiento hacia el estudio de las demandas que aparecen en la sociedad, con respecto al campo de las prácticas motrices.

Esto no significa reproducir prácticas aberrantes sino comprenderlas para justamente transformarlas en prácticas pedagógicas. La realidad no se la transforma ni renunciando ni negándola sino precisamente comprendiéndola en sus múltiples significaciones.

Surge de este trabajo la necesidad de realizar un proceso de actualización y reflexión crítica de los contenidos que se ofrecen en los Institutos de Formación, lo cual debe estar acompañado de una capacitación de los formadores de formadores. La redundancia de los programas de estudio año a año produce una fractura entre lo ofrecido y las demandas de la realidad. Los propios estudiantes perciben esta cuestión lo que produce una desvalorización de algunos docentes. Estos pueden ser a la vez modelos identificatorios que legitiman la posibilidad de producir ilícitos.

La ausencia de investigaciones genera que se hable sobre bases muy frágiles. No existen líneas de desarrollo fuertes a profundizar, por lo cual el trabajo se hace rutinario y repetitivo. En algunos, existe una tendencia a creer que la fundamentación del trabajo en el Sistema Educativo se da en términos de aprendizajes áulicos pero trasladados al patio ("hacer geometría en el patio"), con lo cual se renuncia a producir cambios en la materia específica.

Sería conveniente reafirmar el propio campo de estudio, más allá de compartir espacios interdisciplinarios con ideas que tienen muy poco sustento teórico.

La formación actual no parece recortar uno o varios objetos de conocimiento. No aparece un saber culturalmente valioso y transmisible. Se tiende a sostener prácticas más en el carisma y la intuición que en los conocimientos. Hay toda una idea basada en la pedagogía del placer, no hay nada en especial que deba ser enseñado, todo es más bien general.

Sería esperable que se profundicen conocimientos acerca de las diversas problemáticas con las cuales se enfrentan a diario los profesores de Educación Física en las Escuelas y en otros ámbitos, a los efectos de formar dentro de esas problemáticas a los futuros profesionales.

En los Institutos de formación el proceso de actualización de los contenidos es bastante lenta. Ademas hay una gran ausencia de investigación en el área. Los mismos profesores están desactualizados y no existe una reflexión crítica acerca de la tarea.

Los conocimientos se reproducen en forma fragmentaria y dogmática. No hay lecturas estratégicas de la realidad. Todo esto se suma a la poca especificidad en la carrera.

La investigación, actualización y profundización sin duda permitirán revertir las problemáticas anteriormente expuestas.

BIBLIOGRAFIA


Lecturas: Educación Física y Deportes, Año 1, Nº 1. Buenos Aires. Mayo 1996.