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Sangre, fuego y... la maratón olímpica

 

Prof. de Educación Física

Entrenador Nacional de Atletismo

(Argentina)

Jorge de Hegedüs

jhegedus@uolsinectis.com.ar

 

 

 

Resumen

          La maratón olímpica de los XXVI Juegos Olímpicos suscitó mucho interés debido al enfrentamiento deportivo entre los corredores asiáticos —especialmente coreanos y japoneses— frente a los africanos, Kenia y Etiopía. Pero la gran sorpresa lo constituyó el lugar de su inicio, y del cual prácticamente y de manera inexplicable ningún periodista dio cuenta o mención, especialmente ahora, cuando se trata de corregir tremendas aberraciones del pasado, con flagrantes violaciones a los derechos humanos mediante regímenes dictatoriales que salpicaron sangre por todos lados.

          Palabras clave: Juegos Olímpicos. Maratón. Plaza Tienanmen.

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 125 - Octubre de 2008

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    A las 7.30 h. del día 24 de agosto, 100 de los mejores fondistas del mundo largaron la clásica carrera de la maratón. Con esta hermosa disciplina deportiva se daba el cierre de los XXVI Juegos Olímpicos. Se tuvo que iniciar la prueba a esas horas tempranas de la mañana debido a las condiciones climáticas, es decir, contrarrestar de algún modo el intenso calor que caería más adelante sobre estos corredores. Pero cuando nos llegó la imagen de la televisión en ese momento, el periodista acreditado mencionó el lugar de largada. Al escuchar el nombre del mismo, tengo que reconocer que me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, con recuerdos muy desagradables, los cuales, después de 19 años es muy difícil de olvidar. Ese lugar era la Plaza de Tiananmen. Pero, ¿qué tenía ello de particular? ¿Cuá podría ser el inconveniente de largar la maratón desde un lugar con esas características?

    Antes que nada hay que mencionar que la Plaza de Tiananmen es la más grande del mundo pues cubre un área de 440.000 metros cuadrados. Se inició su construcción en 1949, es decir, con la entrada de Mao Tse Tung al frente del nuevo Gobierno Socialista de China.

    En los primeros años, el nuevo gobierno aplicó una conducción sumamente cerrada, sin permitir oposición alguna, con enormes violaciones a los derechos humanos mediante la tan conocida “Revolución Cultural”. Pero con el paso del tiempo, la visita inesperada del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, en representación de la administración de Richard Nixon, hizo que las cosas comenzaran a virar a relativa velocidad. La República Popular de China comenzó a cambiar hacia una manifiesta economía de mercado, capitalista, plegándose en cierta forma a la nación del “Norte”, situación, recordamos, que se simbolizó con un partido amistoso de Tenis de Mesa entre los seleccionados de ambos países. Como símbolo emblemático de estos acontecimientos, desde hace varias décadas en esa gigantesca nación se bebe Coca—Cola y se pueden comer sendas hamburguesas y pizzas en las conocidísimos casas de comida rápida de MC Donald, Pizza Hut y Burger King, verdaderos símbolos emblemáticos de la defenestrada globalización del capitalismo.

    Pero el problema se suscitó en los meses de mayo y junio de 1989, cuando muchos chinos comenzaron a rebelarse contra el gobierno centralista y dictatorial del régimen bajo el cual estaban viviendo. Se pedían libertades también en otros aspectos, no solamente en los económicos; en efecto, se pretendía un sistema político pluripartidistas como las tienen la mayoría de las naciones occidentales.

    Por dicha causa se organizaron sendas reuniones en la gigantesca plaza de Tiananmen, en donde comenzaron a congregarse estudiantes, intelectuales y obreros pidiendo democracia política. El asunto hizo finalmente eclosión el 4 de junio cuando se recibieron órdenes desde las más altas esferas del gobierno, las cuales fueron las siguientes:

  1. las fuerzas armadas abrirían fuego en la parte superior de la plaza rápidamente,

  2. las tropas deberían limpiar la plaza al alba y,

  3. deberían detener a los líderes estudiantiles y matarlos sin dilación.

    Obviamente esto se cumplió al pie de la letra. A la mañana del 4 de junio entró el ejército y abrió fuego sobre la multitud. Según distintas fuentes —no oficiales— fueron asesinadas unas 500 personas, de acuerdo a algunas versiones y 4000, según otras. Se calcula que hubo entre 7 a 10 mil heridos. Las agencias noticiosas extranjeras recibieron órdenes de cortar sus respectivas trasmisiones.

    La CNN trató de enviar los comunicados por vía telefónica, pero el Gobierno Chino inhabilitó de inmediato los enlaces satelitales. Como la mayoría de las cadenas televisivas estaban instaladas en el Hotel Pekín, no tenían visión directa del baño de sangre que se estaba desarrollando en la Plaza de Tiananmen. Pero, ¿por qué había periodistas en ese momento en la capital de China? Ello se debió a que por esa fecha se reunían las máximas autoridades políticas de esa nación con una delegación soviética, la cual estaba encabezada nada menos que por Mihail Gorbachov. Los periodistas occidentales iban a cubrir ese famoso encuentro, el cual constituía el primer contacto oficial entre China y la Unión Soviética después de 30 años de desavenencias y que casi los llevan a una guerra. Se iba a estar en presencia de una reunión verdaderamente histórica. Pero el levantamiento, principalmente de los estudiantes, coincidió con el famoso acercamiento entre los jerarcas de ambas naciones. Por dicho motivo, y debido a los dramáticos acontecimientos que se estaban desarrollando en la Plaza de Tiananmen, concentraron su interés en la sentada que estaban produciendo los estudiantes en ese lugar gigantesco.

    En realidad, la protesta comenzó el 13 de mayo con una huelga de hambre, en momentos en que Deng Siao Ping  tenía previsto recibir al jerarca soviético dos días después. Para inflamar más su rebelión, los estudiantes pusieron una reproducción en miniatura de la Estatua de la Libertad, la cual sabemos que está situada en la bahía de Nueva York. Esto constituyó una verdadera bofetada al régimen político de China.

    El 20 de mayo, después de que un millón de chinos acudiera a Pekín para apoyar a los estudiantes, el gobierno impuso la ley marcial y los manifestantes levantaron barricadas para bloquear a los tanques. Los acontecimientos se prolongaron hasta los primeros días de junio y es cuando ocurrió la tragedia anteriormente mencionada: los muertos, heridos y detenidos.

    De todas maneras, llegó a infiltrarse al mundo una filmación que hasta los días actuales llega a despertar la admiración hacia un joven el cual se paró delante de toda una unidad blindada; la misma se tuvo que detener, y el tanquista que estaba al frente de la misma, tuvo que desviar reiteradas veces su máquina de guerra para no aplastarlo.

Joven chino detiene a toda una unidad blindada el 4 de junio de 1989

    A las 7.30 horas del día 24 de agosto 100 de los mejores fondistas del mundo largaron la clásica carrera de la maratón, y que constituía el cierre de los XXVI Juegos Olímpicos… desde la Plaza de Tiananmen.

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revista digital · Año 13 · N° 125 | Buenos Aires, Octubre de 2008  
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